La dulce Julia, buena esposa y madre (II)
Fecha: 31/10/2018,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Gab, Fuente: CuentoRelatos
... qué has venido a este gimnasio?
Me esperaba esta reacción, aunque su tono era más duro de lo que imaginé. De ninguna manera quería hacerle creer que esto no era una coincidencia.
He venido con alguien que suele venir a este gimnasio, me ha invitado.
Con quién?
Con alguien
Hice una ligera pausa antes de contestar esto último, y miré ligeramente hacia un lado cuando lo dije, como si no quisiese darle importancia y continué hablando antes de que siguiese preguntando.
Cómo te van las cosas?
Van bien, todo va muy bien, gracias
Me hablaba ahora con un tono tajante y seco, y me miraba con cara muy seria. Su reacción estaba siendo muy diferente a la de hacía unos meses. Parece que algo había cambiado. Solo quería verla, y me había imaginado una conversación distinta a esta. Decidí ir fuerte:
Oye vale, solo estoy intentando ser cordial contigo. Pero si me vas a hablar así, mejor me voy
Me giré a mi izquierda y empecé a caminar. En medio segundo Julia me agarró del brazo diciendo con tono mucho más suave.
No, espera! Perdona, no era mi intención, es solo que me ha sorprendido mucho encontrarte aquí
Seguro… pensé. Nadie reacciona inicialmente de esa manera tan brusca, y posteriormente tan apaciguadora, si no hay un tema personal involucrado.
En ese momento, y como si lo hubiese planeado, vi pasar a Cindy, que estaba buscándome. Me vio, sonrió, y se acercó a mí:
Hola! Te estaba buscando
No había reconocido a Julia, pero se había dado ...
... cuenta de que yo estaba hablando con una mujer atractiva, y quiso marcar su territorio. Me dio un morreo ahí mismo, delante de ella.
Antes de que Cindy reconociese a Julia y dijese más de la cuenta, hablé yo y le presenté a Julia como la mujer de Luis. Cindy se dio cuenta en ese momento, se puso roja, me miró de reojo y se presentó a Julia. Yo la miré como si estuviese enfadado, pero en realidad estaba en éxtasis.
Cindy empezó a hablar intentando aparentar normalidad. Julia no decía nada. Pero su cara lo decía todo. Si pudiese ponerse a llorar ahí mismo, lo haría. Julia era una mujer muy tranquila, delicada, y era incapaz de ocultar sus emociones.
Viendo su reacción inicial al verme, luego la reacción cuando amenacé con irme, y esta última reacción al conocer que Cindy estaba conmigo, no me quedaba ya ninguna duda de que no había conseguido olvidarme.
No puedo imaginarme el conflicto interno en el que vivía. Tenía la vida perfecta, un marido ideal, dos bonitas niñas, un trabajo de prestigio… y no podía quitarse de la cabeza al compañero de trabajo de su marido.
Cindy, que estaba muerta de vergüenza pensando que nos había delatado y que yo estaría enfadado con ella, finalmente se despidió poniendo como excusa que empezaba su clase de spinning.
Entonces miré a Julia, que por fin soltó una lágrima:
Estás con ella?
Sí
Respondí sin miramientos. Directo, sin pensarlo.
Por qué lloras? Qué pasa Julia?
Julia se desmoronó. Meses de luchar contra sus ...