Enseñando a mi sumiso a comer pollas
Fecha: 10/02/2025,
Categorías:
Dominación / BDSM
Autor: DominAma, Fuente: CuentoRelatos
... separándome de ti y dándote un buen tortazo. Te quedaste inmovil junto a mí. Entonces te escupí en la cara y te volví a besar mientras te ordenaba ponerte de rodillas para pintarte los labios.
Te maquillé y te pinté los labios. Te dije que estabas muy guapa, y que tenía muchas ganas de ese viernes de jamón, queso y BDSM. Sonreiste y pude ver tu erección marcarse claramente por debajo de tus apretados leggings negros. No pude evitar sentir cómo me mojaba al pensar lo que vendría después.
Cuando estuvimos listo, te puse el collar de cuero negro con la correa dorada, y nos dirigimos al salón. Al entrar, te diste cuenta de que aquel chico con quién habíamos jugado en la playa, estaba desnudo y sentado en el sofá. Te ordené que te quedaras de rodillas en mitad del salón, con la frente apoyada en el suelo, y fui a saludar a nuestro invitado.
Al verme así vestida, o al pensar en lo que ocurriría, Mario comenzó a excitarse… y agarrando su buena polla con la mano, le dije que le veía con ganas de jugar, a lo que Mario contestó con un breve:
“Llevo toda la semana pensando en ti. Llevo todo el día excitado. Siempre es un placer poder estar a tus pies, Laila”.
Sentía que estabas apretando la mandíbula arrodillado en medio del salón. Alguna vez me has dicho que prefieres prepararte mentalmente cuando hay juegos con mis juguetes, pero sabes que haremos siempre lo que yo desee.
Mientras charlaba con Mario, y de forma intencionada, iba soltando comentarios que sabía que ...
... irían preparándote. Quería humillarte y que ambos disfrutáramos de ello, así que hacía comentarios algo forzados sobre la dureza de la polla de Mario, lo bien depilado que estaba, o las ganas que tenía de subirme encima de su polla mientras te besaba. Incluso te pregunté:
“Cariño, ¿tienes ganas de besarme mientras me follo a Mario?”.
Sintiendo tu humillación y casi viendo el rubor en tus mejillas, me contestaste que tenías muchas ganas de disfrutar de mí placer, y que te apetecía muchísimo besarme mientras cabalgaba a Mario.
Entonces, y sin que esperaras nada parecido, te dije que te acercaras al sofá en el que Mario y yo estábamos sentados charlando. Cuando estuviste muy cerca, ordené que te levantaras para que Mario viera lo guapa que estabas. Y sin apenas darle tiempo al juguete a elogiarte, me levanté y me puse a tu lado. Era evidente la diferencia de altura, pero Mario se dio cuenta de que estábamos vestidas y maquilladas iguales, y comentó:
“¡Qué morbazo, Laila! Llevas a tu puta vestida igual que tú. No se te ocurre una idea buena. Jajaja”
Me reí y le pedí a Mario que se pusiera de pie a nuestro lado. Llegó a nuestro lado con una buena erección, y al mirarte, descubrí (no sin esperarlo) que tu mini polla estaba excitada y empujaba el leggings, mostrando un bultito que indicaba tus ganas. Te ordené ponerte de rodillas frente a Mario, que tenía su miembro de 17cm a escaso medio metro de tu boca.
Entonces, te sorprendió ver que me arrodillaba a tu lado, ...