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La vecina (2)
Fecha: 25/02/2025, Categorías: Confesiones Autor: JORGEFAG, Fuente: CuentoRelatos
... cabellera. Inicie los trabajos moviendo de su lugar la estufa, para meterme en ese sitio a retirar la pieza defectuosa y colocar la nueva, me puse en cuclillas a realizar la reparación, lo malo de todo este tipo de trabajo es que lo realizas en sitios casi inaccesibles, por lo que debes ingeniártelas para obtener una posición más o menos cómoda. Así que me recargue en la pared con mi espalda para dar reposo a las piernas de tal suerte que tenia de frente todo el centro de la cocina, en tanto la vecina pregunto: -¿Cuánto cree tardar vecino? -No lo sé, espero uno hora máximo -¿Ok vecino, le molesta que yo siga con mis labores? -Calor que no vecina, adelante. Lo primero que hizo fue recargarse en el desayunador, de espaldas a donde estaba yo, tomo el teléfono y marco a alguien en su trabajo, supongo; mientras era atendida su llamada, ella empezó a menear el culo, al recargar su abdomen sobre la mesa, era un movimiento circular, lento, solamente como para avisar: “Hey… aquí está mi culo, eh” Fue tal la sorpresa, que cayó de mano la pieza que estaba tratando de colocar, haciendo un escándalo al chocar contra el piso, lo que hizo que la vecina volteara de reojo, con una sonrisa pintada en su rostro, tal vez como pensando…”ya logre su atención” Lo meneaba en círculos, no sé si le favorecía lo que hacía, pero el caso es que se notaba un maravilloso culo redondo, además sus piernas se notaban firmes, perfectamente bien delineadas sus pantorrillas, y un ...
... ligero musculo en sus aductores, digno de cualquier joven atleta, junto a sus caderas suculentas hacían desaparecer casi su diminuta cintura al ser tapadas por sus amplias caderas. Finalmente alguien le respondió, y de inmediato indico: -Hola, tengo un problema en casa… una fuga de gas… no, ya no hay peligro… ya lo están reparando pero me dicen que se tardaran varias horas… si, es muy difícil encontrar alguien que no sea un haragán… bueno, aviso más tarde… bye. Había colgado ya el teléfono, pero continuaba recargada en la mesa, ofreciendo la vista de su rico culito, después de eso, sin dejar de recargarse abrió las piernas por completo, bien parecía unos lujosos compas de precisión, con sus piernas esbeltas y estéticas, rematadas en la parte superior por un capullo de culito. Aunque el espectáculo era maravilloso, seguí en lo que estaba, no quería que como ella dijo, la hora se convirtiera en varias, además en unos pocos minutos se fue. No tardo más que un par de minutos cuando regreso, con una laptop en mano, se sentó sobre un banquito del desayunador, solo que esta vez lo hizo de frente a mí, coloco su computador sobre la mesa, se acomodó sobre el banquito. Al parecer trataba de enseñar más allá de lo permitido, porque alternada el cruce de piernas que permitía ver la redondez de sus nalguitas, con una franca y descarada abierta de piernas, que hacía que mi vista pudiera llegar hasta el triangulito de placer, alojado entre sus piernas, tanto así que se podía ...