1. Mereces un castigo


    Fecha: 26/02/2025, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... pensar con más claridad. Decidí que me divorciaría. Al estar casados en régimen de separación de bienes ella se quedaría con una mano delante y otra detrás. Bueno, pensé, detrás puede tener la del calvo asqueroso, ya que tanto le gusta.
    
    Cuando llegó la hora en que ella debería salir del trabajo y volver a casa yo seguía tirado en el sillón. Oí las llaves en la puerta a mi espalda. Oí como las dejaba en el mueble de la entrada y sus tacones en dirección a nuestro dormitorio. En ese momento me pregunté si también allí se había tirado al calvo y sentí asco.
    
    Poco después la escuché salir del dormitorio en dirección a la cocina. Cuando pasó por mi lado me descubrió en el sillón, más tirado que sentado, esperando no sabía muy bien el qué. Soltó un grito por la sorpresa y se llevó una mano al pecho. Resultó hasta cómico.
    
    —¡Nesto! ¿Qué haces en casa? ¿Ha sucedido algo? —preguntó angustiada.
    
    —Dímelo tú —la miré con odio.
    
    —No entiendo —su gesto de sorpresa era genuino.
    
    —Pues a ver si esto te ayuda a entender —dije tirando sobre la mesa la servilleta del hotel.
    
    Se llevó las manos a la boca para ahogar un grito de sorpresa. Su rostro perdió el color y sus ojos se abrieron como platos al comprobar que había sido descubierta.
    
    —No te molestes en decirme que esto no es lo que parece. Esa excusa está ya muy gastada —más que decírselo, se lo lancé a la cara.
    
    —Yo… yo… —no era capaz de articular palabra. Si antes se había venido abajo mi mundo, ahora era el suyo el que ...
    ... se derrumbaba.
    
    —¿Tú? ¿Tú qué? Dilo claramente. Tú te estás follando a un tipo gordo y calvo porque por lo visto tu marido no te llega. ¿No es así?
    
    —Nesto, no lo entiendes.
    
    —¡Anda coño! Que no lo entiendo, dice la muy puta. Pues hazme un croquis, joder. A ver si así lo pillo. Porque para mi es muy sencillo: te estás follando a otro. Punto —yo no me había levantado del sillón. Pero mi voz sí que había subido un par de octavas.
    
    Bea avanzó un par de pasos para intentar acercarse a mí pero se lo impedí.
    
    —Ni te muevas —advertí en voz baja y pausada—. No intentes acercarte ni mucho menos tocarme. Porque no respondo de mis actos. En este momento me está costando mucho trabajo no levantarme y reventarte a hostias. Zorra asquerosa —le escupí.
    
    —Perdóname Nesto. Sé que no merezco tu perdón, pero yo te quiero. Por favor te lo pido. Haré lo que quieras. Pero perdóname.
    
    —¿Me quieres? —pregunté con sorna—. Hay que joderse. Bonita manera de demostrar tu amor. Apártate de mi vista o no respondo.
    
    Ella reculó unos pasos cuando vio que me incorporaba. En su mirada vi el miedo a mi reacción. Sabía que nunca me había visto así y si he de ser sincero, no recuerdo haberme sentido igual en mi vida. Seguía llorando y tenía los brazos delante del cuerpo en un gesto típico de protección. Y hacía bien en tener miedo. Yo mismo no estaba seguro de ser capaz de contenerme. Así que en un momento de lucidez decidí marcharme de allí. Necesitaba enfriar mi cabeza o haría una locura. Y ni ...
«1234...33»