1. Mereces un castigo


    Fecha: 26/02/2025, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... —pregunté señalando a Antonio.
    
    —Déjalo. Creo que disfruta y todo, fíjate lo que te digo.
    
    Nos sentamos los tres en un sofá frente a Antonio. Amparo hizo que yo quedase en medio. De vez en cuando acariciaba mi polla u obligaba a Bea a chupármela un poco mientras hablaba.
    
    —Esta noche es muy importante —comenzó con voz pausada—. Ninguno de vosotros lo sabe, pero esta semana he estado haciendo averiguaciones sobre Nesto. Sabía que era abogado y he averiguado dónde trabajaba. Después me he informado sobre él y los informes que me han llegado son de lo más halagadores. Nesto, vosotros no lo sabéis —dijo mirándonos a Bea y a mí—. Pero aquí el polla triste es un empleado mio. Una maniobra que urdió el muy ladino por un tema de impuestos y demás. Pero yo tengo mis propios abogados y sé que tengo el control total del bufete.
    
    —Así que, Antonio, estás despedido —anunció sonriendo.
    
    —No puedes hacer eso. Yo levanté ese bufete. Es mio —protestó el otro mientras peleaba con sus ataduras.
    
    —Oh. Sí que puedo. Y lo hago. Bueno, en realidad eres tú quien renuncia. Ahora te pasaré los documentos para que los firmes. Y si no lo haces —se adelantó levantando un dedo admonitorio a la protesta que comenzaba Antonio—. Será un placer hacer llegar ese vídeo a todos tus amigos. Y por supuesto a tus enemigos. Estarán encantados de ver como te corres mientras te rompen el culo.
    
    Antonio tragó saliva y supo que debía callar y tragarse ...
    ... su odio.
    
    —Nesto, hay una vacante como gerente en mi bufete. ¿Te interesa?
    
    —¿Yo? ¿Porqué yo? —estaba asombrado y Bea a mi lado más.
    
    —Porque has demostrado ser una persona honrada. Cualquier otro hijo de puta hubiese aprovechado lo sucedido para follarme sin más haciendo que yo pagase por las perrerías de ese desgraciado —escupió mirando a su marido—. Tú, en cambio, has sido sincero conmigo sin intentar sacar provecho de ningún tipo. Sé que amas a tu mujer y has procurado salvar vuestro matrimonio. Sé también que eres un buen profesional y que nunca me la jugarías. ¿Te interesa el puesto?
    
    —Claro que sí —gritó Bea alborozada. Después bajó la cabeza avergonzada—. Perdón, amo. Ha sido por la emoción del momento.
    
    —Creo que mereces una azotaina por hablar sin permiso. ¿No te parece? —sonreí mirándola. Ella sonrió sin levantar la cabeza.
    
    —Si me lo permitís, me encantaría hacerlo yo mientras ella te la chupa —dijo Amparo poniéndose en pie como una niña ilusionada con un juguete nuevo.
    
    —Bea —dije señalando con la cabeza mi pantalón tirado en el suelo. Ella lo entendió a la perfección y sonriendo quitó el cinturón para dárselo a Amparo que se colocó tras ella mientras Bea se arrodillaba en el sillón ofreciendo su culo al tiempo que se metía mi ya dura verga en la boca.
    
    —Como dijo el otro —anunció Amparo muy teatralmente antes de descargar el primer golpe—. Creo que este es el comienzo de una bonita amistad. 
«12...30313233»