Andrea, la rubia de mi trabajo
Fecha: 28/02/2025,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: AndresMaduro2, Fuente: CuentoRelatos
... dura. Dio un leve gemido, movió sus caderas adelante y atrás durante unos segundos y se detuvo mirándome a los ojos con una mirada que no descifré a la primera.
-Ocurre algo? -le pregunté-
Ella sonrió pícaramente y con voz lujuriosa me dijo:
-Sí es cierto que los maduros la tienen más grande y gorda.
Volvió a besarme y ahora se movía restregándose su coñito sobre mi verga con mas fuerza. Yo perdí el temor y fui a por todo y agarré sus nalgas! Estuve a punto de correrme como un primerizo, jamás se me había pasado por la cabeza que estaría así con una niña de esa edad y menos tan hermosa y divina como Andrea.
En lo que ella sintió mis manos en sus nalgas dejó de besarme y comenzó a restregar su cabeza por mi cuello como si fuese una gatita queriendo dejar su olor en mi. Yo lamía su cuello, sus orejas, lamía desde su cuello hasta su barbilla y luego lamía sus labios, sin dejar ni un segundo de apretar, amasar y abrir sus deliciosas nalgas.
Después de estar así un rato comenzó a moverse más rápido, y se afincaba aún más contra mi verga, lo que me hizo intuir que su orgasmo estaba por llegar. Así que me la jugué y metí mi mano derecha debajo de su leggins, pude sentir que llevaba una tanga diminuta, era un hilo muy fino que se hundía entre sus nalgas; su reacción me excitó mucho, me miró a los ojos, se mordió el labio inferior y echó si cabeza hacia atrás y solo alcanzó a decir “haz que acabe rico” y comenzó a gemir.
Meto mi otra mano debajo de su pantalón y ...
... abriendo sus nalgas voy deslizando mis dedos por su raja hasta llegar a su ano, que estaba empapado gracias a los jugos que salían de su coñito y que se habían regado por donde ella se restregaba contra mi. Su micro tanga se sentía tan mojada como su culito.
Comencé a estimular su culito ya que ella seguía restregando su coño en mi verga, estimulando su clítoris; a medida que hacía más presión en su ano ella se movía más fuerte y gemía aún más. Volví a besarla para que dejara de gemir para que no se escuchara tan fuerte en caso de que alguien llegase no lo notara y yo pudiera escuchar.
Cuando finalmente sentí su culito dispuesto le introduje la punta del dedo y ella con un movimiento de su mano empujó mi dedo lo más profundo que pudo dentro de su ano. Ella se corrió con un grito ahogado, su cuello y todo su torso se tensaron y después de unos segundos se dejó caer sobre mi jadeando.
Saqué mis manos de su pantalón y la acariciaba mientras ella recuperaba el aliento. Dándose la vuelta, se sentó sobre mi ahora poniendo sus nalgas deliciosas sobre mi verga, quedando justo entre su raja, y al sentirla se meneó un poco y me dijo
-mmmm aún sigue dura, me encanta
-No te imaginas lo rico que se siente tus nalguitas sobre mi, tienes un culo delicioso bebé.
Echó sus brazos hacia atrás, agarrándome de la cabeza mientras yo besaba su cuello, y acariciaba su torso, su vientre y sus tetitas, que aunque no eran muy grandes después descubrí que eran perfectas.
-Me encantas ...