1. Andrea, la rubia de mi trabajo


    Fecha: 28/02/2025, Categorías: Sexo con Maduras Autor: AndresMaduro2, Fuente: CuentoRelatos

    ... viejito -me dijo- ahora tiene sentido el por qué a las niñas como yo le gustan los viejos! El tonto de mi novio nunca ha podido hacerme llegar al orgasmo solo con tocarme -mientras seguía moviendo sus caderas para sentir más mi verga entre sus nalgas firmes-
    
    De repente se pone de pie y se baja el leggins hasta los tobillos pero sin quitarse el tanga diminuto que llevaba, vi ese hermoso par de nalgas desnudas, eran mejor de lo que las había imaginado, y al estar empinada llevando sus pantalones hasta los tobillos pude ver su rico coñito tragando un poco del tanga todo mojado.
    
    Al incorporarse de nuevo voltea a verme y me dice “por favor sácatelo”, Yo obedientemente me bajo un poco el pantalón y saco mi verga tiesa fuera del bóxer, ella la ve y mordiéndose los labios me dice: “es tan gorda cómo se siente”
    
    Entonces se sienta colocando de nuevo mi verga entre sus nalgas ahora casi desnudas, porque solo tenía su tanga. Que deliciosa sensación, de tener ese rico cuerpo tan joven encima de mi, masturbando mi verga dura con su hermoso culo, meneando sus caderas en todas direcciones mientras me agarraba los huevos.
    
    -Están pesados esos huevos! Debes tener harta leche -me dijo con voz de lujuriosa.
    
    -Sí mi vida, la quieres? -le respondí.
    
    -Claro daddy
    
    -Donde la quieres bebé?
    
    -En mis nalguitas papi, quiero que me las llenes de leche, sé que las deseas! -me decía sin dejar de mover su culo sobre mi verga.
    
    -Y si te la meto bebé? Sería más rico.
    
    -Daddy eso lo ...
    ... haremos en otro sitio, porque quiero que me des mucha verga por mucho rato, aquí quiero tu leche ya, antes de que alguien llegue
    
    Y la verdad era que yo ya estaba a punto de acabar, entre la excitación de tener ese rico par de nalgas arropando mi verga, lo rico que me hablaba esta niña, y las ganas que le tenía desde hace mucho, ya estaba más que dispuesto a darle toda mi leche.
    
    Entonces metí mi mano debajo de su tanga para acariciar su coño. Estaba totalmente depilado, era gordito pero apretado, un clítoris pequeño pero podía sentir lo duro que estaba, y apenas lo toqué ella dio un rico gemido diciendo: “eso papi, tócame con esos deditos mágicos, haz que me corra de nuevo”
    
    Entonces comenzamos a acompasar sus movimientos de cadera con el de mis dedos en su coño, frotaba sus labios, su clítoris y la entrada de su coño. Estaba tan mojada que me empapaba los dedos, entonces en un movimiento ella quitó sus leggins de una pierna y subió sus pies a mis rodillas quedando totalmente abierta, lo que me permitió meter mis dedos bien profundo en su coñito apretado, estimulando su punto G.
    
    -Eso papi, hazme acabar rico otra vez, acaba conmigo, lléname el culo de toda tu leche de macho.
    
    Escuchar eso me hizo correrme a chorros entre sus nalgas, mientras ella hacía lo propio en mis dedos. Sentí como se contorsionaba con el orgasmo que tuvo, hasta que se quedó inmóvil y sin aliento, casi desmayada sobre mi. Podía sentir que había muchísima leche entre sus nalgas, y algo se su flujo ...