Usada en un parking
Fecha: 04/03/2025,
Categorías:
Dominación / BDSM
Autor: Giani7, Fuente: CuentoRelatos
... masturbación, más azotes, masturbación, azotes intensos que conseguían que lagrimas resbalasen por su mejilla, cuerda cortando el aire y vibrador. Esta secuencia era la que se repetía una y otra vez. Su culo, en un frecuencia propia, el aire que a duras penas circulaba, y su piel recibiendo un castigo como nunca antes. Lloraba mientras se corría de placer. Sentía el terror a la vez del placer más extremo. Así pasó los minutos hasta que decidí que la sesión había sido suficiente, y decidí finalizar como la ocasión lo merecía.
A merced de mis decisiones, conseguí tumbarla boca abajo como si de un maniquí se tratase. Saqué el plug vibrador de su dilatado ano, a lo que reaccionó con un suspiro de alivio. Me tumbe encima de ella, y con mi brazo derecho rodee su cuello como si de un ''mata león'' se tratase. Y fue con mi mano izquierda con la que dirigí mi miembro hacía la entrada de su culo, ya totalmente lubricada.
Entre de una embestida, a lo que expulso el poco aire que le quedaba por el hueco entre sus labios y la mordaza, y comencé a bombearla mientras cortaba la circulación de aire en su cuello por intervalos. Yo, que me encontraba en un punto de excitación altísimo, sabía que iba a durar lo justo, así que decidí darle unos minutos intensos antes de descargar por completo.
No sé cuánto sería pero para ella, después del rato pasado, recibir sexo anal sin descanso, fue una eternidad. Rogaba como podía que terminase así que cuando sentí que estaba llegando al culmen, ...
... retiré mi miembro erecto, y me bajé del coche, arrastrándola detrás de mí. La puse de rodillas en el duro asfalto, a merced del rocío de la noche y de las posibles miradas furtivas, que por suerte no había, pero de las cuales tampoco me preocupé fruto del éxtasis que vivía. Saqué la bola de mordaza de su boca y la sustituí por la carne de mi polla entrando y saliendo sin parar. Ella mantenía todo lo abierto que podía, lubricando aún más, por si no llegaba con la saliva que había generado durante horas, y manteniendo la lengua juguetona tratando de aplicar todo el placer posible. Fueron un par de minutos que acabaron con una descarga de leche en su garganta que tragó sin desperdiciar ni un mililitro, como si de un elixir de alguna clase se tratase.
Y así yacimos ambos en la parte trasera del vehículo, exhaustos y totalmente desvanecidos, fruto del placer tan intenso que habíamos experimentado. Quite su capucha y deje por primera vez que me viera. Me miraba como si se tratase de una adolescente enamorada, a sabiendas de que había cumplido todo lo que durante meses solo podía imaginar, y que además superaba las expectativas que su mente había generado, a nivel físico y superficial. La bese como muestra de agradecimiento por la entrega, solté sus manos y nos abrazamos como gesto de confianza entre ambos, recuperando y recargando energía tras una sesión tan intensa. Me acerqué a su oído y le dije en voz baja:
- Que sea la última vez que te expones así a un desconocido. Esto ...