Una sesión fotográfica con los 5 sentidos
Fecha: 07/03/2025,
Categorías:
Erotismo y Amor
Autor: MathewDream, Fuente: CuentoRelatos
... sexy.
—Desnúdate tú también, vamos —Me dijo con una sonrisa traviesa.
Me ayudó a quitarme la ropa que llevaba. Zapatos y calcetines negros, camisa blanca, pantalón oscuro… y así hasta quedar completamente desnudo. Fue entonces cuando me empujó para caer de nuevo al sofá y continuar su número. Y es que tenía claro que no debía dejarme descansar mucho para que no contraatacara.
Marta cogió el caramelo con palo y se lo llevó a la boca, risueña. Luego se quitó la parte de abajo de la ropa interior y volvió a ocupar su sitio entre mis piernas arrodillada sobre un cojín frente a mí. De ese modo, antes de que pudiera reaccionar, usó la golosina para extender su saliva en círculos por mi glande y darle un toque de sabor antes de volver a probarlo. Así, su nueva estrategia para hacerme sufrir de placer surtía efecto con su semidesnudo, pero aun surtió más efecto cuando se quitó la camisa blanca que llevaba y el sujetador de encaje, a juego con el culotte que ya reposaba en el suelo de la estancia.
Aquella chica tenía un cuerpazo, bajo mi punto de vista. Su trasero era ligeramente respingón. Lo justo, como a mí me gustaba. De piel suave, no era extremadamente delgada, si no, que tenía “donde agarrar” y sus pechos eran de buen tamaño, anchos, y grandes amigos de las leyes físicas de nuestro planeta, que los mecían de manera sugerente a cada movimiento. Mi única defensa ahora, ante la excitación del sentido de la vista que me provocaba, era cerrar los ojos. Cosa que me ...
... salía natural al sentir el gusto de como de nuevo volvía a llenarse la boca con el extremo de mi sexo.
El caso es que todo se reiniciaba para continuar, pero esta vez la técnica era distinta. Un combo perfecto entre el roce del caramelo, que trazaba caminos por toda la extensión del miembro y su lengua que húmeda, los transitaba después, mordiscos suaves a cada centímetro, mirada relamiéndose y saboreando y vuelta a los pequeños chupetones subiendo de abajo arriba.
Ella jugaba… Si, ella jugaba y yo trataba de resistir, de no pensar si quiera en la posibilidad de correrme. Pensaba en… no sé, me puse a contar números para distraerme. Hasta que me di cuenta que estaba contando las veces que su cabeza bajaba y subía para llevarme al interior de su boca. La admiraba desnuda, la escuchaba provocarme, la sentía acariciarme y hasta su aroma me estimulaba, mientras ella continuaba con su plan y comenzaba a dejar caer un buen montón de saliva desde sus labios por todo mi sexo, logrando con ello estimulantes sonidos de… ¿Eso parece un “chapoteo”?
Cuando abrí los ojos y me fijé, me di cuenta de que al mismo tiempo que Marta me hacía gozar del mayor placer del mundo estaba masturbándose. Gemía mientras seguía degustando mi sexo, pero al mismo tiempo lo hacía porque rozaba su clítoris con dos de sus dedos y luego se los metía hasta el fondo. Se apartó de mí, masticó el dulce con su preciosa dentadura para deshacerse luego del palo, y se dirigió con los dedos que hace unos segundos ...