La señora Sonia, observado por mi casera
Fecha: 10/03/2025,
Categorías:
Confesiones
Autor: jc2020, Fuente: CuentoRelatos
... siempre, primero la cabeza y luego el cuerpo. Ya después de haberme enjuagado, un poco de jabón en mis pelos genitales, para poder pasar el rasurador. Con la acción de masajear esa zona, no pude evitar tener una erección, de parte de mi gran amigo. Mientras con una mano me rasuraba los bellos genitales, pues con la otra sostenía mi abultada erección.
Yo debo confesar que sentía una presencia en aquella habitación. La casa es un poco antigua, huele a vieja, a humedad, se siente un olor a casa vieja digámoslo así. Pero no me asustaba que la presencia que sentía en aquella habitación, fuese del mas haya, todo lo contrario, era de este mundo. Alguien había en esa habitación, que estaba mirando lo que yo estaba haciendo. No me asusto en lo más mínimo, todo lo contrario, me gusto, sentí una extraña sensación recorrer mi verga. Me gusto saber, que si hubiera alguien mirando tras la puerta del baño, mirase mi respetable erección. Que a decir verdad creció mas al sentirte observado.
No llegue a masturbarme, no quería que quien estuviese mirando, pensara que soy un pajillero, pero si quería que viera mi erección, en su total capacidad de crecimiento. Quería que me viera la verga, que la mire bien erecta, quería que apreciase su grosor. Pero más que todo, que la vea bien limpia, lo bien consentido que tengo a mi amiguito. A ver si a quien estuviese tras la puerta, alguna noche tendría ganas de visitarme en mi habitación. Seguía rasurando mis bellos genitales, a la vez que no ...
... dejaba de pajear mi verga. El tiempo que demore en la bañera no lo recuerdo, pero si estoy seguro que quien estaría mirando, estaría de lo más caliente.
La señora Sonia lleva más de 2 años viuda. Ella vive en su departamento con una de sus hijas, la enfermera de personas mayores. Su hija es una mujer de 35 años, soltera por decisión propia, esta mujer es una chica de casi 80 kilos, esta gordita la verdad, siempre va de ropa suelta, casi siempre con ropa de trabajo. Ella llega por las noches a casa, toma algo de la nevera y se encierra en su habitación. Una chica muy alegre, siempre está contando las cosas graciosas, que suceden en su trabajo. Es imposible hablar con ella sin dejar de reír. Es una cachonda mental.
En cambio la dueña del piso, la señora Sonia, es muy diferente, ella es una mujer delgada, sus 50 años, le calculo yo. Siempre va con vestidos largos, floreados, de colores enteros, a rayas, zapatos bajos o sandalias. Como decía, ella es de figura delgada, aun le sientan muy bien los vestidos que lleva puestos. Trabaja desde casa, arregla ropa de sus amistades o clientes que ya la conocen. En su habitación, que también es una de las más grandes, siempre hay ropa para arreglar, la máquina de coser siempre está en funcionamiento. Por las mañanas esta con el pedal en movimiento. Ella casi no sale de casa, empieza a coser desde las 8am hasta las 5pm, es lo que sé, porque según me contaba, algunos vecinos le habían pedido, que dejara de hacer ruido con la máquina. Sobre ...