1. La señora Sonia, observado por mi casera


    Fecha: 10/03/2025, Categorías: Confesiones Autor: jc2020, Fuente: CuentoRelatos

    ... todo por las noches, es que la maquina suena fuerte.
    
    Retomando que me lio, con los detalles de esta gente. Me frotaba la verga, y alguien estaría tras la puerta mirándome. Me gustó mucho sentirme así, yo miraba de refilón hacia la puerta, para no asustar a mi sospecha admiradora, pero es que ya tenía una duda, quien sería la que este tras la puerta. La madre o la hija, eso me dejo algo inquieto, era la primera vez que me sucedía este tipo de experiencia. Este momento de observación hacia mi persona, más aun cuando me estaba rasurando los genitales.
    
    En el transcurso de los días, cambie de táctica, me echaba unas siestas en calzoncillos. Para variar, estas veces dejaba la puerta solo junta, es que ni siquiera la cerraba, me había entrado el bichito para que me observara. Para que se deleitase con mi verga, en estado de reposo, siempre llevo calzoncillos claros, mayormente son blancos, me gusta el color. De momento me dormía en calzoncillos, no quería ser tan caradura. Sabía que alguien me observaba, mi plan era saber quién estaba tras la puerta.
    
    La señora Sonia era mi primera admiradora, sobre la que caían las dudas, pero no quería descartar nada. Sé que en aquel piso hay dos mujeres solteras, solas y quizás un poco aburridas de su rutina diaria. Quien era yo para cortar ese momento de placer, que puedan sentir al observarme. Es que en cierta forma, a mí me estaba enganchando esto de estar tocándome la verga por encima de los calzoncillos. Me excitaba mucho la verdad, ...
    ... creo que estaba descubriendo un mundillo nuevo, un nuevo espacio para hacer realidad alguna fantasía. De momento nadie se había quejado, es que sería lo último que me faltase verdad.
    
    La noche de aquel viernes, se quedaría solo Sonia en casa, ya que su hija, saldría de fiesta con unas amigas, y no volvería hasta el día siguiente. Eso fue lo que llegue a escuchar en el desayuno, tienen tanta libertad en hablar sus cosas delante de mí, que muchas veces me entero de cosas que ni me imagino. Pero bueno, aquella noche estaríamos solos en casa, la señora Sonia y yo. Si ahora se asomaría alguien a mirarme, ya tendría claro quién es, ya podría saber quién se está dando el placer de observar tras mi puerta.
    
    Por la tarde al volver del trabajo, me eché una siesta, pero esta vez fue en el sofá de la sala, estaba viendo la tele, comprobé que Sonia no estaba en casa. Me puse unos boxers, color negros, que marcaban bien mis genitales. Se ceñía bien a mis partes íntimas, la zona de mi verga, la dibujaba exacta. Me pudo más el morbo de que entre alguien y me vea ahí tirado, pero también tenía la duda, de que si solo una de ellas me observaba, la otra quizás no sabría nada. Seguro ni enterada de lo que espiaba la otra, seguí con mi fantasía de ser observado con alevosía y descaro. Me recosté en el sofá solo en boxers.
    
    Al rato de haber quedado tirado en el sofá, siento abrir la puerta principal del salón, que es la única que lleva cerrojo en esa casa, siento cerrar y ponerle seguro a la ...