1. Una madre especial: la mía


    Fecha: 04/08/2017, Categorías: Incesto Autor: LIGM, Fuente: CuentoRelatos

    ... los cabellos y la recosté en la cama ahora quería se yo el que disfrutase de su sexo, levanto un poco las piernas y metí la cara ahí en su vagina, era sabrosísima, y preciosa tan pequeña que no s podía abrir mucho, la lengua entraba y salía de ahí, de vez en cuando estiraba la lengua un poco más hasta llegar a su ano para luego regresar a la vagina, al poco de estar saboreando sus jugos sentí como se corría, me tomo de los cabellos y me hundió en su sexo, casi no podía respirar, solo podía chuparle ese hueco tan sabroso.
    
    Luego de terminar se quedó con los ojos cerrados acariciando mis cabellos, subí por su cuerpo hasta sus senos los bese, los pezones continuaban duros los mordí y comencé a acomodar mi polla en medio de las piernas, abrió los ojos y me miro con amor me agarro por la cintura y comenzó a empujarme hacia ella, mi pene no lograba abrirse campo dentro de ella, la vagina era pequeña y aunque no me lo hubiese imaginado hacia mucho que no la follaban, me dijo que Francisco no lo había hecho y que la vez que los sorprendí era lo más cerca que estuvo de hacerlo con él, me alegre de haberlo hecho, ahora esa cosita rica que tenía entre las piernas seria solo para mí.
    
    Empuje una vez más y la penetre, echo la cabeza hacia atrás y grito de placer, yo metí mi cara entre sus senos y también gemí de placer era la concha más caliente que me había comido, parecía que tenía fuego ahí adentro, además las paredes de la vagina se amoldaron a mi pene totalmente, cada ...
    ... movimiento mío encontraba un gemido como respuesta, esta situación comenzó a calentarme más aun, el escuchar a una hembra gritando al ser penetrada es una de las cosas que más me excitan.
    
    Le hice el amor durante mucho tiempo, además la cama pequeña no nos dejaba mucho espacio para movernos, solo podíamos estar uno encima del otro, y yo lo aprovechaba al máximo, le di una tremenda follada, por momentos sentía que la leche se me salía, la retiraba y volvía a empezar, no quería terminar hubiese querido estar así para siempre, "espera déjame que mede la vuelta quiero que me comas por el culo" me dijo sin pudor.
    
    Ante mis ojos quedaron esas nalgas que me volvían loco, las bese las lamí le metí otra vez la lengua en el ano y me dispuse a penetrarla, se la puse en la puerta del culo y presione mi glande hasta que logre meterlo, al entrar ella metió la cabeza en la almohada y dejo escapar un grito de dolor, eso me termino de arrechar, me volví loco, me coloque mejor y sin más se la metí toda, otro grito, y yo peor aún más fuerte y más seguido, ella ya no paraba de gritar de placer ,y de dolor, le estaba prácticamente desflorando por segunda vez, después me dijo que desde que se separó de mi padre nunca nadie más se la había metido por ahí, el saber que solo mi padre y yo habíamos compartido ese culito me alegro, al fin y al cabo el culito ese era demasiado bueno como para que se lo como un extraño.
    
    Después de metérsela repetidamente por detrás termine de una forma salvaje dentro de ...
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