El cumpleaños de Ariel
Fecha: 13/03/2025,
Categorías:
Gays
Autor: ThWarlock, Fuente: CuentoRelatos
El año 2000 llegó con su tecnología avanzando y con los miedos del W2K. Época del bíper, aquel aparatico miniatura en tu cintura que vibraba cada vez que alguien quería localizarte y que luego tenías que buscar el teléfono más cercano y llamar a esa persona. Los teléfonos celulares ya se hacían más comunes, pero no todos podíamos tener uno de esos.
Algo vibró en mi cintura, mi faena de terminar aquello que estaba haciendo era mucho más importante, este producto no sirve, ¿Qué mierda es esto? Me dirigí al cliente con el que estaba trabajando, mi frente coronada de sudor, 3:15 pm de un domingo bien caluroso.
-Disculpa Luis, pero no puedo trabajar con esto, este producto esta vencido.
Me miró con cara de asombro y no dijo nada. -Eso es lo que tengo. Contestó por fin sin la menor importancia. El calor era muy intenso y yo comenzaba a perder la paciencia.
-¿Y usted que quiere que haga yo?
-Tú eres el que sabe, yo acabo de comprar el bote y el producto me lo regalaron, además el que sabe reparar eres tú ¿no?
No quise acalorarme porque de verdad no valía la pena arruinar más el domingo que ya me estaba sabiendo a mierda. Mira, le dije muy calmado, si no buscas otro producto no puedo hacer mucho, este trabajo no era lo que yo esperaba por el precio acordado y por favor entiende que he venido hasta acá hoy domingo solo porque Eduardo me lo ha pedido.
¿Me prestas un teléfono? pregunté para liberar la tensión. Ya regreso, dijo con cara de pocos amigos.
Me ...
... alcanzó un teléfono inalámbrico último modelo en tecnología mientras portaba en su otra mano un también modernísimo teléfono celular.
- ¿Qué pasa? Le dije a Yovany por el auricular.
- ¿Me voy o te espero?
- Haz lo que te dé la gana mira que el horno no está para galletitas, susurré de mala gana.
- Ya cálmate ¿qué te pasa?
- Luego te explico, le dije con tono más amistoso.
- Dale, te espero, dice esta gente que ya encendieron la parrilla.
La conversación de Luis por el celular se tornó de acalorada a suave de pronto, al tiempo que bajaba el tono y el volumen de sus palabras que fueron disminuyendo mientras escuchaba y se ponía rojo como un tomate.
Se le oyó decir aló, aló y me miro apenado.
-Lo siento mucho no debí haberte tratado así.
-No es nada, ¿puedo pasar a tu baño?
Si pasa por aquí y me indicó el camino.
Esto es tuyo me dijo mientras me daba unos billetes ya te puedes ir, yo me arreglo mañana con Eduardo. Y perdoname de nuevo.
Tomé mi auto y conduje el corto tramo hasta el apartamento que compartía con Yovany (Mi amigo y amante de todas mis historias Balseros)
Puse la llave en la cerradura y me volví a secar el sudor. El aire acondicionado me dio de golpe en la cara. Se me erizaron hasta los pelos del culo. ¡Yovany! él salió de su cuarto y me miró.
-Acuérdate que la corriente la pagamos los dos.
Su mirada retorcida y desafiante se clavó en la mía.
-¡Ay chico! no tengo deseos de discutir contigo, dime si te vas a ir conmigo, ...