La hermana de mi amigo es mujer de palabra
Fecha: 15/03/2025,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: vule69, Fuente: CuentoRelatos
... cabello castaño oscuro con algunos mechones pintados de un opaco rubio y otros definitivamente pelirrojos y cuyas puntas rozaban el inicio de su hermoso culito. Almendrados y expresivos ojos verdes destacan en un bello aunque austero rostro.
En rigor podríamos decir que es delgada, de espaldas estrechas, al igual que su cintura, medianos y ligeramente separados pechos y pronunciadas caderas rematadas por dos coquetas margaritas adornando su espalda baja. Dueña de un proporcionado par de redondos y duros glúteos que juntos forman un hermoso culo, el cual se encuentra grácilmente sujeto por dos estilizadas y largas piernas.
Resultó que fue Gabriela quien me abrió la puerta, faltando un minuto para la hora indicada. Lucía la misma ropa que en la víspera nos había enseñado y al parecer, con algo de alcohol corriéndole por las venas.
Gabi: hola, Dani… eras el último que faltaba… ¿quieres tomar algo? Pasa a la pieza del Juanca. Yo voy al tiro.
Yo: hola Gabi, luces preciosa… una cerveza está bien, gracias… oye… no tienes que…
Gabi: oh… tú también… es solo un baile y ya… deja de ser tan cartuchón… me extraña de ti… especialmente de ti…
Yo: está bien… yo decía no más… oye y por qué te extraña eso de mí…
Gabi: por cosas que supe gracias a Antonia y Paola… las recuerdas ¿cierto?
Yo: un caballero no tiene memoria…
Gabi: jajaja… tonto… tu cerveza… ahora pasa… yo voy al tiro…
En la pieza del Pela’o ya estaban todos los involucrados. Por idea del Caramelo la ...
... Gabi bailaría sobre la cama, así nosotros la observaríamos cómodamente desde alrededor, siendo escenario y límite al mismo tiempo. La canción elegida fue una del grupo Soda Stereo, que sabíamos le gustaba mucho.
Yo: ¿y tus viejos?
Pela’o: se fueron a celebrar a la playa… vuelven mañana…
Yo: ¿y ahora qué?
Pela’o: mira… te llamé dos minutos después que entró a mi pieza con la pintura corrida por llorar y me dijo que les avisara a los demás que cumpliría su promesa. Se levantó y después de ducharse y hasta ahora se ha tomado media botella de ron sin pronunciar una palabra más…
Eran pasadas las 11. De fondo sonaba El Rito, cuando de súbito se presentó la Gabi. Desde el umbral de la puerta nos miró a todos, preguntándonos si estábamos listos, a lo que a coro contestamos que sí. Dio un paso, cerró la puerta y lentamente caminó hasta el borde de la cama.
Gabi: sube el volumen por favor… escúchenme… es un tema… solo está permitido mirar… ¿estamos?
Pela’o: lo que tú digas, hermanita…
Ya estaba sin ropa sobre la cama, pero ninguno de los que la mirábamos estaba satisfecho con lo realizado, pues era evidente el desgano con el cual realizaba cada uno de sus movimientos. Su rostro expresaba manifiesto malestar, reflejándose en un pobre espectáculo.
Yo: -pidiendo con señas que bajaran el volumen de la música- por qué esa carita de amargura… qué te pasa, Gabi… suéltala…
Gabi: es que… mi novio terminó conmigo… y… nadie termina conmigo… me dio bronca…
Yo: y por ...