1. Tu madre, nuestra puta (5)


    Fecha: 17/03/2025, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Relatador2022, Fuente: CuentoRelatos

    ... sonó el teléfono, era la secretaria que le debió de decir que su mujer y su hija estaban allí.
    
    “Vale, vale dilas que en un momento las atiendo”, le contesto.
    
    “A ver qué queréis entonces”, pegunto
    
    “Los documentos que te he pedido antes, y que te olvides de mí de por vida”, le dijo Marisa.
    
    Saco el talonario de recibos y le extendió un recibo por 110000 euros que era el importe que quedaba. Y redacto un documento que firmó diciendo que el préstamo concedido en tal fecha, había sido amortizado en tal otra por la interesada.
    
    Marisa mientras, a instancias de Pablo, sacó de la bolsa 80000 euros y se los dio. Él los contó de mala gana.
    
    “Vale pues ya está” dijo el, “Pero por favor, ponte la gabardina al salir”
    
    Marisa empezó a ponerse la gabardina, y mientras lo hacía le dijo,
    
    “Olvídate de mí, Jorge, o ellas se enterarán de lo buen padre y marido que eres, y seguro que también salpicara a tus amiguetes”
    
    “No dudes, que no quiero volver a saber nada de ti”, la dijo mientras nos acompañaba hasta la puerta.
    
    "Y no se te ocurra intentar nada. Tenemos la dirección de tu mujer, su nombre y el de tu hija. Les haríamos llegar todos los videos y conversaciones de Skype, Dompimpon"
    
    Salimos, Marisa, ya toda decente, y allí sentados estaban la mujer, la hija y Oscar. Aun así, se quedó la mujer mirando con mala cara a Marisa.
    
    A nuestro paso, Oscar se levantó, dijo “Adiós señoras”, y se unió a nosotros.
    
    No pudo reprimirse y preguntó,
    
    “¿Qué tal? ¿Ha ...
    ... funcionado?”
    
    Marisa no dijo nada solo respondió afirmativamente con la cabeza y enseñándole los documentos metidos en la bolsa con los 30000 euros.
    
    Llegamos al parking. Allí se desmadró, empezó a pegar salto con los brazos en altos gritando que era libre, que ya no debía nada aquel hijo de puta. Que podía volar como volar como los pájaros. Y ya de paso, nos comía a besos y abrazos a los tres.
    
    “Y ahora nos vamos a ir los cuatro a celebrarlo a una buena heladería, a comernos los helados más grandes que tengan”, nos dijo.
    
    Buff, la fiesta de celebración, prometida por Marisa, iba a ser la ostia. Comernos los helados más grandes que hubiera. Menos mal que no nos llevaba al cine y nos compraba palomitas.
    
    “Pero Marisa, conforme vas vestida, casi que no te dejan entrar en una heladería, habrá niños y eso”, la dije como diciéndola por nosotros no lo hagas.
    
    “Chicos, vosotros sabéis que en el coche llevo ropa”, contestó.
    
    Se fue al maletero lo abrió, y sacó la bolsa de deportes, la abrió y sacó un vestido verde, con alguna que otra arruga sobre todo por los dobleces.
    
    Miró alrededor para comprobar que no había nadie cerca, y ni corta ni perezosa se quitó el short, y la camiseta. Se quitó también los suplementos que se había puesto en los pezones, para aparentar que iba empitonada, y durante unos instantes, se quedó solo con el tanga delante nuestro.
    
    Oscar la dijo,
    
    “Mama!!”, como diciendo que te están viendo estos.
    
    “Hijo me han visto tus amigos mucho más de lo que ven ...