El nuevo curso (III)
Fecha: 26/03/2025,
Categorías:
Transexuales
Autor: ShatteredGlassW, Fuente: CuentoRelatos
... ligeros besos, deteniéndose de vez en cuando para dar un ligero mordisco. Sonrió con cierta maldad y sosteniéndola la mirada succionó su delicada piel, dejando marcados los dientes en un oscuro chupetón. Thalía soltó una risita y empujándole hacia atrás le hizo tumbarse en la cama. Carlo cedió el mando, dejando que le quitase la camisa mientras contemplaba embobado como oscilaban sus firmes pechos mientras se movía. Se incorporó ligeramente para facilitar que le quitase la camisa y la observó mientras se ponía de pie. Con un único movimiento dejó caer el vestido a sus pies y salió de él con un ligero pasito. Allí de pie, vestida únicamente con los altos tacones y un tanga azul a juego que conseguía disimular con bastante éxito su erección, a Carlo se le antojó preciosa. Un ángel rubio, un hada de cuento, una diosa del erotismo.
Gateando sobre el cuerpo del italiano desabrochó su pantalón y agarrando juntos el bóxer y el pantalón les arrastró juntos hasta el suelo. El chico terminó de deshacerse de ellos con dos certeras patadas mientras sostenía la estrecha cintura de Thalía que se inclinó para besarle. La impresionante erección de Carlo, de diecinueve centímetros y muy gruesa, llamaba poderosamente la atención. La chica bajó por el cuerpo tonificado de Carlo y con una sonrisa pícara pasó la lengua desde la base de los testículos hasta el glande, en una lenta caricia húmeda que arrancó un gemido al joven. Sin apresurarse, dejándole sentir cada mínimo movimiento, volvió a ...
... trazar el mismo recorrido, pero en sentido inverso. Aplastó sus pechos contra los muslos del italiano y mirándole fijamente metió el glande en su boca.
Lamiendo con delicadeza deslizó los labios hacia abajo, tragando hasta la mitad. Cuando ascendió apretó más y dejó un cerco rojizo del pintalabios, difuminado debido a la saliva que escapaba de su boca. La joven era una provocadora nata, y los ojos desorbitados del italiano no podían apartarse de ella. Con cierta ansia tragó más, empujando dos tercios del grueso pene del chico dentro de su boca, dejando que invadiese su garganta. Con un sonido húmedo, a medias gemido y a medias arcada, empujó nuevamente, hasta que el pubis cubierto de rizos oscuros de Carlo golpeó su nariz. Empezó a moverse, metiendo y sacando su pene de la boca mientras ascendía en velocidad. Al moverse sus grandes senos masajeaban los muslos de Carlo, quien podía notar su peso y su calor. Ni siquiera fue consciente de cuándo se bajaba el tanga y comenzaba a masturbarse.
Incorporándose ligeramente escupió sobre su pene y antes de que pudiese procesar el motivo le abarcó entre sus pechos. Masajeó con ellos la base, les apretó y les movió para masturbar toda su longitud con las grandes esferas de carne. Acaricio su pene desde la base hasta el glande, sintiendo como goteaba sobre su piel el líquido preseminal. Carlo gemía y musitaba algo ininteligible con su característico acento italiano. La chica sonrió e inclinó la cabeza, lo justo para poder pasar la ...