1. El nuevo curso (III)


    Fecha: 26/03/2025, Categorías: Transexuales Autor: ShatteredGlassW, Fuente: CuentoRelatos

    ... llegaba ahora con toda claridad y podía ver a través del escote la piel suave y tersa de sus grandes senos. Ansiaba pasar sus manos por ellos, comprobar su peso, ver si podía abarcarlas por completo o si debería apretarlas. Thalía siguió su mirada y con cierta maldad al comprobar en qué se estaba centrando se bajó algo más el vestido.
    
    En cuanto el taxista les dejó frente al portal de la chica esta escoltó al italiano. En el ascensor, a salvo de cualquier mirada, sus labios volvieron a juntarse en un apasionado beso. Las manos del joven recorrieron las curvas de la chica, se detuvieron en su estrecha cintura, indecisas y por fin subieron hasta sus grandes pechos. Carlo masajeó los senos de la chica arrancándola un gemido. El tejido del vestido era más rígido de lo que esperaba, apenas le permitía sentir nada por debajo de la tela. Con cierta frustración deslizó las manos hacia abajo y agarrándola por las nalgas la pegó más contra él, sintiendo el bulto de su incipiente erección en el estómago.
    
    Cuando Thalía abrió la puerta de su piso, zafándose de las manos de Carlo por un instante, al italiano le entró una súbita oleada de timidez. Con cierto nerviosismo examinó el apartamento, muchísimo más pequeño que el suyo y rebosante de encanto femenino. Percibiendo claramente su inquietud la joven le dio la mano, sonriendo con dulzura, y comenzó a tirar de él hasta el dormitorio. El pequeño espacio olía a lilas, lavanda y vainilla, el mismo aroma que emanaba la piel de la joven. ...
    ... Empujando a Carlo le hizo caer en la cama, quedando sentado al borde del colchón.
    
    –Estoy algo nervioso, no sé muy bien qué debo hacer o…
    
    –Ssssshh… tú relájate –le interrumpió la joven mientras se sentaba en su regazo
    
    Con movimientos lentos y sensuales se bajó la cremallera del vestido. Sus preciosos y perfectos senos quedaron a la altura de la cara de Carlo quien no pudo contenerse. Pasó las manos por la suave piel mientras veía como los pezones se erizaban a medias por la caricia y a medias por la expectación. Ni siquiera cuando abarcó los pechos desde abajo, levantándoles para poder acercarles a su boca, percibió las pequeñas cicatrices de los implantes. Sin duda era un trabajo fantástico, incluso el tacto era lo bastante natural como para engañarle.
    
    Atrapó los pezones de la chica con la boca, mordisqueó, lamió y chupó mientras escuchaba como Thalía gemía y sentía sus finos dedos enredados en su pelo. Con una mano sostenía el pecho libre y estimulaba el delicado pezón, le pellizcaba y le soltaba a intervalos irregulares, jugando caprichoso con la delicada piel algo más rugosa. Incluso en la semioscuridad del cuarto podía ver que la piel rosácea tan solo era un par de tonos más oscura que el resto, de un adorable tono pastel que se oscurecía bajo sus expertas caricias. Thalía empezó a mover las caderas, refrotándose sobre la entrepierna del italiano que gimió a su vez, apretando más el pezón con sus labios.
    
    Mirando a los ojos de la chica rodeó todo el seno con ...
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