1. Me corro en tu polla, papá


    Fecha: 31/03/2025, Categorías: Incesto Autor: Kiko, Fuente: CuentoRelatos

    ... motel para hacer sus cosas, o eso habían dicho. Berta con la falda arremangada más de lo debido metía los pies dentro de una tina cuando llegó su padre del bar. Al verla mostrando sus hermosas piernas, le preguntó:
    
    -¿Qué haces, hija?
    
    -Se fue el agua corriente y me estoy aseando con agua del pozo.
    
    Basilio fue a la alacena, cogió una botella de rioja tinto ya empezada, se echó un vaso y se sentó a la mesa de la cocina.
    
    -¿Cómo es que no saliste hoy?
    
    -Salí, pero discutí con el idiota.
    
    -Ya te dije que muy listo no parecía.
    
    Berta al inclinarse para lavar las piernas cómo llevaba puesta una camiseta escotada le dejaba ver a su padre la mitad de sus gordas tetas.
    
    -Tonto no es, quiso pasarse de la raya.
    
    Basilio mirando para las tetas de su hija, le dijo:
    
    -No me extraña, hija, no me extraña.
    
    -¿Y eso por qué lo dices, papá?
    
    -Porque aunque sea tonto es un hombre.
    
    Berta se volvió a inclinar, mojó la esponja, se levantó, la metió debajo de la falda y se frotó el coño con ella, frotando le preguntó:
    
    -¿Todos los hombres piensan en lo mismo?
    
    Ver caer la espuma por los muslos abajo descolocó a Basilio, pues mismo parecía que Berta se estaba corriendo, solo pudo decir:
    
    -No debías hacer lo que estás haciendo delante de mí.
    
    -Eres mi padre.
    
    -Y un hombre, hija, y un hombre.
    
    Berta sacó su lado coqueto.
    
    -No me digas que te excité.
    
    -Prefiero no responder a esa pregunta.
    
    Berta se quitó la camiseta, mojó la esponja y sonriendo se frotó ...
    ... las tetas con ella.
    
    Basilio ya no tenía duda de que su hija lo estaba seduciendo, se levantó y yéndose le dijo:
    
    -Me voy, aunque tendría que haber sacado el cinto y ponerte el culo negro por descarada.
    
    -Me gustaría que lo hubieras sacado.
    
    La seriedad de Basilio imponía cuando le preguntó:
    
    -¿Has bebido, Berta?
    
    Su seriedad a Berta le resbalaba.
    
    -No, pero me gustaría beber algo de leche.
    
    -Tú has fumado.
    
    -Un par de porritos.
    
    -¡La puta que te parió!
    
    -No digas eso de una muerta.
    
    -Si era puta hay que decirlo. Mañana cuando te pasen los efectos del porro ya hablaremos de esto.
    
    Basilio se fue para su habitación más serio que un palo y con la polla morcillona aunque al llevar los pantalones flojos no se le notaba el bulto.
    
    A los pocos minutos Berta entró en la habitación de su padre completamente desnuda, con dos cordeles de tender la ropa en una mano y le dijo:
    
    -O me atas y me follas o salgo así a la calle para que me ate y me folle el primero que me vea.
    
    Basilio no se creyó la amenaza, más que nada porque no era creíble.
    
    -Tú no vas a ir a ningún sitio. ¿Qué te meterías además del porro para estar así de caliente?
    
    No le contestó a la pregunta, le dijo:
    
    -A ver, papá, la tía está follando, mi hermano está follando. ¿Por qué no podemos follar tú y yo?
    
    -¿Será por qué soy tu padre?
    
    -¿Entonces haga lo que haga, o diga lo que diga, no va a pasar nada entre tú y yo?
    
    -Nada de nada.
    
    Berta tiró con los cordeles al piso y volvió ...