1. Nuestro cumpleaños BDSM (tercera y última parte)


    Fecha: 02/04/2025, Categorías: Dominación / BDSM Autor: DominAma, Fuente: CuentoRelatos

    ... la espalda, me fui dejando caer. Sentía cómo tus manos me agarraban (no sin esfuerzo), y en un momento dado me dejaste caer suavemente sobre algo blando. Imaginé que sería un colchón, pero quizás fuera la hierba del jardín. Tampoco sabía a qué distancia me habías dejado caer, pero estaba tumbado boca arriba y completamente inmóvil “gracias” al film que envolvía mi cuerpo.
    
    Al dejar la llamada conectada pude escuchar tu respiración y tus gestos de esfuerzo al dejarme caer, y no pude sino sonreír imaginando tu cuerpecito tratando de sostener el mío… pero mi sonrisa se evaporó cuando sentí que estabas haciendo algo con el film a la altura de mis genitales.
    
    Sentí cierta liberación en la zona, y supe instantáneamente que habías usado unas tijeras para liberar mi pollita y mis huevos. Sentí peso sobre mi cara y te imaginé sentada sobre mí. Y efectivamente debía ser así, porque empezaste a masajear mi polla hasta conseguir una erección casi inmediata. Estaba muy excitado por no poder tener ningún tipo de control de lo que estaba sucediendo o de lo que iba a suceder… y tan solo me concentraba en lo que me hacías sentir, ya que no podía ver nada.
    
    Por los auriculares iba escuchando tus palabras. Tu voz rasgada, señal inequívoca de que estás excitada… y un segundo después pude escuchar y sentir como tu lengua y tu boca se dedicaban a mis huevos y mi polla, mientras me recordabas lo pequeña que era mi polla, y lo mucho que te hacía disfrutar con ella.
    
    Imagino que en un ...
    ... momento dado, te sentiste bien con la dureza alcanzada, porque sentí que cambiabas de posición, e inmediatamente un calor reconocible inundó todos mis sentidos. Estaba dentro de ti y te sentía apretar los músculos de tu coño sobre mi pollita para recordarme que si quisieras, podrías hacer que me corriera sin moverte… como habías hecho tantas otras veces.
    
    Cuando dejaste de apretar y mientras me decías por teléfono lo puta que soy, las ganas que tenías de follarme y lo buena perra que había sido la noche anterior ofreciéndole mi culo a Rubén en vez de los latigazos, subías y bajabas. Me cabalgabas y escuchaba tus gemidos. Esos gemidos que son como cantos de sirena para mis oídos, y que tantas veces me habían hecho naufragar en tu orilla. Lo habíamos hablado muchas veces, y me permitiste comprobarlo otras tantas. Eras capaz de hacer que me corriera sin mover un centímetro tu cuerpo y simplemente gimiendo de placer… pero me dijiste que hoy querías disfrutarme como es debido, y que me había merecido disfrutar de ti.
    
    Sentir tus gemidos es como estar en el cielo… pero notar la presión de tu coño en mi polla es como la muerte en vida, y sin poder pedir permiso ni nada por el estilo, me corrí dentro de ti. Fue una corrida increíble. Mi cuerpo decidió hacer la guerra por su cuenta, y comenzó a temblar, fruto de la intensidad del orgasmo… y entonces, sentí y escuché que te corrías conmigo, con esos gemidos que solo unos pocos elegidos han podido escuchar, y que ahora me pertenecen a ...
«1...345...8»