1. Veinticuatro horas de libertinaje


    Fecha: 04/04/2025, Categorías: Erotismo y Amor Autor: Patricia377, Fuente: CuentoRelatos

    ... me pongo de rodillas, con los brazos extendidos contra la cama, ofreciéndole mi sexo y mi culo. "Adelante, fóllame bien como lo sabes hacer" finalmente le dije, desafiándolo con mi mirada.
    
    ¡Es increíble tener tantas ganas de follar después de la sesión del día anterior! Su deseo, intacto, es comunicativo. Esta pequeña sesión matinal terminará en un slamming doggystyle, una de mis disciplinas favoritas. Con un pie anclado en la cama, solo frota su polla en mi vulva por un momento, antes de invadirme de nuevo y propulsarme sin piedad, durante un largo rato, animado por mis pequeños aullidos. No tardan en convertirse en gritos de placer, mientras las palmadas resuenan en mi culito cada vez más rojo. Esta vez es en mi culo donde termina divirtiéndose.
    
    Después de un desayuno rápido, Eduardo se va y yo me derrumbo en mi cama, ¿saciada?
    
    Ha pasado parte de la tarde cuando salgo. Apenas tengo tiempo para ordenar y borrar las huellas (bastante numerosas) dejadas por el paso de mi invitado. Aprovecho para también ventilar mi apartamento, porque hasta un ciego habría adivinado fácilmente el tema principal de mi noche. Es cierto que mi cita con Juan Pablo debe ser en terreno neutral y no espero nada especial en el futuro inmediato. Además, a diferencia del día anterior es una "cita" de un sitio de citas. Pero bueno, mi experiencia me dice que es mejor planear con anticipación. En nuestros mensajes, hasta ahora, he indicado que tiene mucho tiempo. También me dijo que no quería ...
    ... apurarse dada la dolorosa separación por la que acaba de pasar. ¿Para qué apresurarse? Para una mujer, ser paciente y fingir desapego muchas veces le atrae el interés de los hombres e incluso su confianza, como lo he comprobado en varias ocasiones. La paciencia es el lujo de las mujeres que ya tienen un harén masculino, y nuestra mejor arma para expandirlo cada vez más. Por el momento, por lo tanto, me concentraré sobre todo en consolarlo. Veremos más tarde.
    
    Una vez que llegué al parque donde habíamos planeado encontrarnos durante dos horas, vi a un hombre muy guapo, de pelo bien negro, de estatura media, en sus cuarenta. Sus pantalones y su camisa resaltan formas bastante atléticas. Me encantó inmediatamente su sonrisa sincera, aunque un poco deprimida, y su mirada viva, en el intercambio de saludos y presentaciones. En muchos aspectos, nada que ver con el hombre que dejé hace unas horas. A diferencia de Eduardo, Juan Pablo resulta interesante desde el principio. Muy pronto, durante la conversación, detecto un equilibrio de vida, un poder y una cierta finura mental que contrasta con el cogedor, ciertamente convincente, del día anterior. Me gusta que me exciten por dentro, rara vez sucede, pero poco a poco siento la necesidad de seducir a este hombre que me parece un poco fuera de lo común.
    
    Después de discutir su situación, la conversación naturalmente se desliza hacia mi práctica del libertinaje, que ya hemos mencionado en nuestros mensajes. Por supuesto que no le digo ...
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