Mis vecinas de al lado
Fecha: 06/04/2025,
Categorías:
Confesiones
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
Hace seis meses que por motivos laborales de mi esposa nos tuvimos que trasladar a este municipio, muy cercano a la capital de la provincia, y a la que se desplaza todos los días Mary, mi mujer, que es gerente de una tienda de moda femenina de ámbito mundial. Yo soy escritor y además me dedico a traducir libros para una editorial y también para un periódico de ámbito regional.
Mi economía es bastante saneada, ya que a la muerte de mis padres herede como hijo único la totalidad de sus bienes, un hotel y doce bloques de apartamentos en Torremolinos, además de un chalet en Nerja y un apartamento en Málaga en el que vivíamos hasta ahora. Tanto el hotel como los bloques de apartamentos los tengo arrendados por quince años a una agencia de viajes, y que, una vez deducidos los gastos, impuestos y reparaciones, mensualmente me dan unos ingresos suficientes para vivir holgadamente, por lo que mi trabajo de traductor es simplemente una distracción y escribir una pasión que tengo desde mi niñez.
Desde los 18 años estuve trabajando en el hotel de mis padres como recepcionista, y a la vez estudiando idiomas, por lo que hablo y escribo perfectamente, inglés, francés, alemán e italiano, ya que tengo una facilidad innata para los idiomas. No obstante, no me ha gustado nunca estudiar y una vez superada la selectividad no tuve ningún interés en ir a la Universidad, pues ninguna carrera me atraía.
Tengo ahora 42 años, y he de decir también que físicamente no soy un dechado de ...
... virtudes, más bien muy corriente, ni feo ni guapo, ni bajo ni alto, ni tampoco muy serio o muy alegre. En cuanto a mis cualidades sexuales tampoco soy nada del otro mundo, quizás incluso se podría decir que un poco por debajo de la media, pero si es cierto que tengo la capacidad de mantener mis erecciones bastante tiempo, y en este caso muy por encima de la media, quizás por mi capacidad de controlar mentalmente mis eyaculaciones, y por lo tanto durante el tiempo más que suficiente para dar satisfacción a mi pareja.
En cuanto a Mary, mi mujer, que tiene 33 años. Nueve menos que yo, si estudio una carrera, Económicas, la que termino con sobresaliente y a base de becas, pues su familia muy humilde y de un pequeño pueblo, no tenía medios para pagarle ni la carrera ni la estancia en la ciudad donde estudio. Allí, además de estudiar tuvo que trabajar y lo hizo en un Hotel importante, primero de camarera, luego de recepcionista, y al final en administración donde desarrollo sus conocimientos de la carrera estudiada. Cuando ella tenía 23 años, hace ahora 10 años, mi padre, que acababa de quedarse viudo y viendo que yo no tenía cualidades ni interés alguno para hacerme cargo del hotel, puso un anuncio solicitando una persona que llevase la administración, tanto del hotel como de los apartamentos turísticos, el seguiría siendo el director y yo l recepcionista. Terminadas las muchas entrevistas, eligió a Mary, y tras su entrevista con ella me llamo y me dijo:
- Mira Juan, reconozco que ...