Me estrenaron
Fecha: 07/04/2025,
Categorías:
Bisexuales
Autor: Josel101, Fuente: CuentoRelatos
... esas características.
Todos estuvimos de acuerdo, así que, para seleccionar la primer pareja, elegimos el juego de la botella, un juego sencillo y práctico. Un solo movimiento para hacerla girar y elegir a quien tocara de ambos lados. Me tocó a mi, teniendo enfrente a Omar, lo que nos hizo la primer pareja que cogería.
Disimulé como pude una emoción que aceleró mis latidos al ser emparejado con Omar pues, de todo ese grupo, él era a quien yo más admiraba; me gustaba simplemente mirarlo; tenía una mirada y una sonrisa seductoras que me encantaban aunque, por entonces, yo creía que mi admiración era de hombre a hombre, nada de joterías; yo estaba seguro que se debía a que yo quería ser como él; puedo asegurar que al menos de manera consciente, no sentía hacia él ningún tipo de atracción física, ni hacia él ni hacia ningún hombre. Me gustaban entonces y me siguen gustando las mujeres.
Pero como dije, disimulando mi entusiasmo, quería dejar en claro mi hombría y me apresuré a decir que primero quería cogerlo yo. Nadie puso objeciones, Andy fue a su “casa” por una colchoneta y, una vez que regresó, Omar y yo nos quitamos los zapatos y subimos en ella, poniéndose todos los demás alrededor nuestro para mirarnos.
I. OMAR.
Omar y yo nos quitamos los pantalones y los calzones, quedando desnudos de la cintura para abajo y descubriendo ante todos las enormes diferencias entre ambos. Omar era un poco más alto que yo, tenia un cuerpo musculoso y piernas gruesas. Y lo más ...
... impresionante para mi: ¡Un enorme pene lleno de venas y unos huevos que apenas cabrían en la palma de la mano. Así que, aunque su verga no era gigantesca, parecia descomunal al compararla con mi tierno micropene de menos de 5 centimetros y unos huevos tan minúsculos como canicas, que además ni siquiera se notaban, porque en lugar de sobresalir se hundían en mi piel.
Pero además, por si esto fuera poco, mi ridícula verguita no era capaz de tener una erección, aunque lo intenté dándole unos cuantos jalones; muy contrario a la rigidez de la verga de Omar, que apuntaba hacia arriba y sobrepasaba la altura de su ombligo.
Todos empezaron a reirse al darse cuenta que yo no podría cogerlo así, por lo que para evitar avergonzarme más, acercándome a él le hice la contrapropuesta:
Mejor tú cógeme primero Omar – le dije en voz baja.
Ponte en cuatro – me dijo, a lo que obedecí inmediatamente.
Él se inclinó y acaricio mis nalgas, las estrujo y las abrió con sus manos poniendo a la vista de todos mi anito mientras burlonamente decía:
-Ahorita vamos a ver si naciste para esto – Dijo sonriendo y todos, incluso yo, le festejamos lo que para entonces parecía un chiste.
Acarició mis nalgas y exploró con sus dedos mi agujerito.
- ¿Estás preparada “Juanita”? – me preguntó.
El hablarme en femenino parecía parte del juego, así que asentí y entonces comencé a notar el enorme capullo de Omar haciendo fuerza para entrar. Yo no sentía miedo alguno, estaba expectante deseoso de ...