1. ¿Qué me dijo mi hermana Paca?


    Fecha: 12/04/2025, Categorías: Infidelidad Autor: Tita, Fuente: CuentoRelatos

    ... de contarle lo que te ocurría.
    
    –Perdón, ya estoy borracha y te interrumpí, continúa –me excusé.
    
    –Yo aún no me siento tomada, parece que esto no me aligera la pena –dijo volviendo a tomar un trago–. Llegué y tras la reja vi que la luz del departamento de Saúl aún estaba encendida. Esperé que llegara alguno de los vecinos y me colé. Subiéndome a la defensa de uno de los autos que estaban en la cochera, pude ver por la ranura de la cortina de la recámara que Saúl estaba desnudo, con tu fotografía a un lado, y acariciándose el pene, queriéndolo erguir para masturbarse. No perdí tiempo y toqué la puerta. “¿Quién es?”, preguntaba. “Yo, Paca”, le respondí. “Espérame un poco, déjame ponerme el pijama”, dijo y me abrió pronto. Se notaba que bajo el pijama no traía algo más, porque de la bragueta semiabierta le salían algunos vellos. “Pásale”, me dijo y, dándome la espalda, se arregló el pantalón cerrando los broches. “¿Pasa algo con Tita o los niños?, me preguntó. “Todos duermen, yo quería saber cómo estabas tú”. Saúl sonrió y me dijo “Te ofrezco algo?” Me dio gusto verlo bien, haberlo visto caliente y, entonces no supe de mí. “Sí, quiero esto”, le dije, metiendo mi mano por el resorte del pantalón y apreté lo que pude de su miembro mientras le daba un beso y me deshacía con la otra mano de mi blusa, yo tampoco llevaba ropa interior, ahora pienso que fui así de manera inconsciente. “Estás son iguales a las de ella”, le dije poniéndole una chiche en los labios y él abrió la ...
    ... boca, sentí cómo creció su miembro, le acaricie los testículos saqué ese pezón de su boca y le ofrecí el otro. Allí empezó todo… Él apagó la luz y me llevó a la cama. Estuvo como diez minutos entretenido en mi pecho. Nuestra ropa quedó en el piso o en otro lugar. Sin dejar de mamarme, me penetró y se movió como lo hacía contigo. Tu fotografía seguía allí, atrás de mi cabeza, iluminada con la tenue luz rosada de la pecera. Era evidente que pensaba en ti. “¡Nena, Nena! ¿Por qué eres tan puta?”, decía, y se movía con más enjundia. Cometí el error de despertarlo de su fantasía al decirle “Sí, sí, vente en mí”, cuando estaba a punto de eyacular, pues, aunque mi voz es parecida a la tuya, no es igual, además de que tú no le animabas a eso al hacer el amor. Saúl se salió de golpe y me baño el ombligo y los senos con tres chorros de esperma. “¿Por qué te saliste?”, pregunté con tristeza. “¡Perdóname, Paca!, creí que eras Tita, ¡perdóname!”
    
    –¡¿Qué hubiera pasado si te embaraza?! –exclamé y terminé otra vez la copa– Sigue, le pedí a Paca arrastrando las palabras y me serví más coñac.
    
    –Eso quería yo, tener el hijo que quería desde tiempo atrás... Ahora sí me está haciendo efecto, ya me siento tranquila –expresó y vació su copa.
    
    –¡¿Querías un hijo de Saúl desde antes?! –pregunté sorprendida, tratándole de servir más coñac.
    
    –No, gracias, ya dije lo que quería –me dijo impidiendo que le sirviera más bebida– Además, no quiero ofenderte ni decirte que ya no seas tan puta, porque ya ...