Silvia (Segunda parte)
Fecha: 13/04/2025,
Categorías:
Lesbianas
Autor: Maribel1970, Fuente: CuentoRelatos
... que bajé yo sola tuve la tentación de fingir que me iba, pero subir a los trasteros para observarlas desde la ventana de uno de ellos. Sabía que no los cerraban con llave porque un día subí con Rosaura a ayudarle a bajar una bombona de butano.
La mejor actriz del mundo no me habría hecho sentir el morbo y la tensión que Silvia me producía con su voz lenta y entrecortada por los jadeos y las tremendas chupadas y mordiscos que me daba en los pezones mientras yo, con mi torso medio incorporado, recorría su coño con las yemas de mis dedos. Acabó agarrando uno de mis pechos con sus dos manos y llevándose el pezón a la boca entre frase y frase.
-S. Es que, de lo que ocurrió a partir de ahí mamá, podría contarte mil cosas, a cada cual más extraña. Bueno, yo, las primeras veces que en vez de irme golpeaba un poco el portal y subía con cuidado a los trasteros, creía que se me salía el corazón del pecho, pero, tras dos o tres días ya me fui tranquilizando al ver que era muy improbable que me pillaran.
-M. ¿Y veías bien desde el trastero?
-M. Si, muy bien porque hay como un pequeño patio interior y me acomodada en una silla vieja junto a una pequeña ventana del trastero y al estar un piso por encima podía ver perfectamente a través de las ventanas interiores de la cocina, el salón y la habitación de Rosaura, lo que no podía ver era la de Milagros y bueno, el baño que quedaba debajo. Además, nunca corrían las cortinas.
-M. ¿Y te masturbabas?
-S. Jo mamá, ¿que si me ...
... masturbaba?, los primeros días no vi nada especial, pero solo la excitación de estar allí escondida, espiándolas, sin ser vista... Uff, tenía unas corridas de miedo, pero pronto descubrí que el día bueno era el viernes.
-M. ¿Se iban más tarde a dormir?
-S. Claro y además al irme yo, como aún iban a tardar un rato en irse a la cama, se cambiaban y se ponían unos pantys negros rotos.
-M. ¿Como unos pantys rotos?
-M. Si, Milagros normalmente ya te dije que llevaba unos blancos pero de repente el primer viernes que las espié la vi aparecer con unos pantys negros llenos de carreras, yo le he dado muchas vueltas estos años y no le he encontrado una explicación pero en aquel momento me daba igual, me la comía con los ojos y le daba a mi coño sin compasión, me la imaginaba tan modosita por la calle, tan vestida de madre de familia y al mismo tiempo la tenía frente a mí, en el salón, y parecía una loba, con el pelo suelto, una camiseta, sin sujetador, con las tetas moviéndose juguetonas al andar o hacer algún movimiento y los pantis medio destrozados. Recuerdo que me corrí la primera vez viéndola mientras ella, en la cocina, metía los platos en el lavavajillas, con el culo en pompa, lo tiene enorme mamá pero en esa posición era como un círculo perfecto, me imaginaba llenándoselo de aceite y magreándoselo hasta matarla de placer, me volví una bruta porque siempre que estaba a punto de correrme se me venían a la cabeza cosas como mearme sobre ella o ponerla de rodillas y ...