1. De compras


    Fecha: 16/04/2025, Categorías: Gays Autor: Elegos, Fuente: CuentoRelatos

    ... —¡cómprame lo que sea que voy a mearla! —seguro que le escuchó todo el cine. Yo compré mi entrada y fui directo detrás de él. Entré en su mismo cubículo, estaba meando de verdad, me arrimé por detrás y le cogí la polla mientras le besaba el cuello.
    
    —Aquí no, tú siéntate detrás que yo voy en seguida.
    
    Yo me senté detrás y él con sus amigos. Al poco de empezar la película se levantó y volvió con una bolsa de alguna golosina. Iba a sentarse cuando levantó la vista e hizo como que saludase a alguien, se arrimó a su primer amigo y le dijo algo señalando hacia mí. Supongo que le dijo que había visto a alguien e iba a saludarlo. Cuando llegó se sentó a mi lado y empezamos a besarnos.
    
    —Me has puesto muy cachondo —me dijo mientras me cogía la mano y se la llevaba al paquete.
    
    —Nunca he estado con un chico —le susurré yo al oído y con una sonrisa empezó a besarme con pasión. Él se bajó la cremallera y se sacó una polla que no tenía nada que envidiarle a la mía, creo que era más grande. Empecé a pajearlo con ganas. Él apartó el reposabrazos que había entre los dos y cogiéndome por la nuca fue guiando mi cabeza hasta que su enorme polla estuvo a escasos centímetros de mi boca.
    
    No me calenté mucho la cabeza y me metí aquel pollón en la boca, mientras él se recostaba sobre la butaca. Me costó cogerle el tranquillo de como se come una buena poya, él lo hacía tan bien que parecía fácil. De todas formas, pareció gustarle, exploré con mis labios y con mis manos todo lo que pude, ...
    ... saboreé cada centímetro de aquella polla, sus huevos, su perineo y hasta roce su ano con uno de mis dedos. No sé cuánto tiempo estuve, creo que poco o me pareció poco, pero lo disfruté, y el también. Me lo hizo saber llenándome la garganta de espesa y caliente leche, sabía raro, pero no era desagradable. Me lo tragué todo, y cuando levanté la cabeza de aquella maravillosa polla me recibió con una enorme sonrisa de felicidad y me llenó a besos con cariño y ternura. Y nuevamente, se levantó rápidamente y se fue con sus amigos.
    
    Al salir del cine me fui detrás de él y sus amigos a ver si había alguna forma de intercambiarnos los datos. Quería volverlo a ver. Por suerte, todos nos subimos al mismo bus. Entró el último de sus amigos y se sentó solo, dejando libre el asiento de al lado, yo fui corriendo y me senté a su lado. Entre las bolsas y el abrigo le volvía a tocar la pierna y le acaricié parte del culo; pero no pudimos intercambiar ningún dato, pues uno de sus colegas se giró y empezó a decirle cosas.
    
    Me llevaban los demonios, pero no había forma. Y una parada antes de la mía se movieron todos en grupo y se bajaron. Mi mirada era de absoluta desesperación y él volvió a guiñarme un ojo. Pero no lo entendí. Bajé del bus en mi parada y me dirigí abatido hacia mi casa.
    
    De repente de alguna de mis bolsas empezó a sonar un móvil que no era el mío, la abrí y vi que había un móvil con la pantalla llena de rotos y una carcasa llena de pegatinas. Estaba sonando, ni se me pasó ...