Infiel a mi marido y a mi suegro
Fecha: 17/04/2025,
Categorías:
Infidelidad
Autor: soyAriel, Fuente: CuentoRelatos
... un animal, sentía su verga frotando una y otra vez mis paredes internas, aunque me había cogido muchos veces, no recordaba una cogida tan salvaje, se notaba lo ansioso que estaba, la cama se movía a un ritmo que parecía romperse, golpeando una y otra vez contra la pared, pero a pesar de su brusquedad estaba disfrutando a mil, como una verdadera puta, era un placer supremo que me hacía gritar y jadear, fueron unos minutos interminables, todo mi cuerpo se estremecía, y mientras me besaba me dijo al oído.
- Agggh, puta, ya viene, te voy a dar mi lechita, agggh.
Aceleró sus embestidas a un ritmo infernal, literalmente taladrando mi coñito, el ritmo endemoniado de su cogida me provocó oleadas de placer que recorrieron mi cuerpo y todo mi cuerpo empezó a convulsionar, me dio una embestida final, profunda, ensartándome toda su verga y sentí como su verga se expandía en mi interior y empezaba a lanzar chorros y chorros de esperma ardiente en mi interior, no recordaba tampoco que alguna vez hubiera soltado tanta leche, era tanta, que escapó por mi vagina y escurrió por mis nalgas hasta llegar a mi culo, tuve un orgasmo larguísimo, durante largo rato espasmos recorrían mi cuerpo, hasta que caí desfallecida en la cama, tratando de recuperar aire, su verga seguía dentro de mi coño, esperaba que su verga se pusiera flácida y saliera de mi cuerpo, pero no, seguía igual de dura, lo que me sorprendió.
- Ay, papito, que rico me cogiste, me encantó que me llenaras de leche, que macho, ...
... tu verga sigue dura, agggh, pareces un adolescente.
- Ja, ja, es que hice una pequeña trampita, putita, antes que llegaras me tomé una pildorita azul, quiero cogerte una y otra vez mamita. anda, voltéate, ahora sigue tu culo, ese culo que me vuelve loco- respondió al tiempo que sacaba su verga chorreante de esperma de mi vagina.
Cabrón, pensé, con razón, estaba cansada, pero mi excitación no disminuía, así que obedecí y poniendo un par de almohadas bajo mi vientre quedé con el culito en pompa.
- ¡Que culo!, nena, no sabes cómo me pone, es perfecto- dijo al tiempo que me daba una pequeña nalgada que me sacó un gritito de excitación y sorpresa, abrió mis nalgas con sus manos y su nariz se posó en el interior olfateando ese recóndito lugar.
- ¡Cochino! -dije, aunque me excitó tanto que me oliera como un perro a una perra.
- Disculpa vida, es que me encanta tu olor a culo, es rico y suave-respondió.
Se levantó y de un cajón sacó un botecito de lubricante- El cabrón lo tenía todo planeado.
A un lado de la cama había un espejo de pared y vi como abrió el botecito de lubricante y abriendo mis nalgas echó un chorrito justo en la entrada de mi arrugado orificio, involuntariamente mi hoyito se contrajo, masajeo la entrada suavemente y poco a poco me fui relajando, me encantaba esa suave caricia, di un suspiro de placer, empujó la punta y poco a poco me fue enterrando su dedo, lo empezó a mover de un lado a otro, rozando las paredes de mi recto, me encantó y empecé ...