FOLLAMATRIX - Capítulo 5: Mi primer polvo real. - Relatos Eróticos

FOLLAMATRIX - Capítulo 5: Mi primer polvo real.

... el palpitante agujero. Rhena dejó la botella de licor como pudo sobre la mesa, me agarró con fuerza del pelo y empujó mi cabeza contra su coño una y otra vez, marcándome el ritmo.

—¡Ohhhh, joderrr! ¡ME CORROOOOOOOOO!!!

Sin detenerme ni un segundo, pude notar las fuertes contracciones de su carne provocadas por el orgasmo, tanto en mis dedos como en la lengua, y cómo sus flujos lo empapaban todo. Saqué la lengua pero seguí empujando con los dedos, lamiendo como un loco su raja y su clítoris mientras ella se corría ante mi cara, entre espectaculares gritos.

Cuando su orgasmo acabó, soltó al fin mi cabeza y pude ver que le temblaban las piernas. La miré a la cara, solo para comprobar que se había transformado en una máscara de placer, con los ojos entrecerrados, la piel cubierta de sudor y la boca abierta… pensé que nunca me había parecido tan guapa.

—Dios, eres preciosa… —dije, levantándome y mirándola fijamente— Mucho más que dentro de Follamatrix—. La besé. Nuestros labios chocaron, y nuestras lenguas se enzarzaron en un húmedo duelo. Sin dejar de besarla, le agarré el vestido y se lo subí hasta dejar sus tetas al aire, que de inmediato empecé a acariciar. Noté que sus pezones ya estaban duros como piedras, y se los sobé tratando de no ser demasiado brusco... aunque creo que no lo conseguí. Bajé la cabeza hasta sus pechos, y al probarlos descubrí que tampoco tenían el mismo sabor que dentro del sistema. Todo en ella sabía más… real. Estrujé y besé ...

... apasionadamente aquellas deliciosas tetitas, y al cabo de unos segundos noté que el licor corría sobre ellas… Rhena había cogido la frasca de nuevo y se las regaba con el espeso líquido. Yo lo recogí con mis labios y mi lengua, y lamí aquellas preciosidades con el mismo ansia con que le había comido el coño, e incluso le mordisqueé los pezones, cubiertos de dulce licor, como si se tratase de bombones.

—Sabes a gloria, Rhena —le dije al cabo de un rato, alzando la mirada hacia su cara mientras lamía los últimos restos—. No necesitas bañarte en alcohol para que desee comerte entera.

—Tú también sabes mejor de lo que imaginaba —respondió ella. Con un rápido movimiento se acabó de sacar el vestido, quedando completamente desnuda ante mí—. Y ahora… creo que ya ha llegado el momento que tanto deseabas… y yo también. Fóllame, Nex. Fóllame ahora, ya no puedo aguantar más sin encajar tu polla… tu auténtica polla.

Aquellas palabras hicieron que un escalofrío me corriese por la espalda, alcanzándome los huevos hasta morir en la punta de mi rabo. Entonces Rhena se dio la vuelta, se apoyó sobre la mesa y puso el culo en pompa. Como ya había observado cuando la descubrí masturbándose por primera vez, su culo no era tan redondo ni firme como dentro del sistema… y, sin embargo, me pareció mucho más excitante.

—Mete aquí esa deliciosa tranca —añadió Rhena—. Descubre lo que es un coño real.

Para recalcar sus palabras se inclinó más sobre la mesa, dejando bien a tiro su empapada vagina, y se ...