El novio de Rafaela (parte 1)
Fecha: 23/04/2025,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Bellota D I, Fuente: CuentoRelatos
Rafaela era un sol. Una pelirroja sonriente y enérgica, cuya belleza estallaba por sus curvas generosas y su inteligencia rara, rápida y aguda. Hablaba fuerte y bien, defendía sus opiniones en debates apasionados y fuimos amigas desde el primer semestre en la universidad de biología. Diez años y un doctorado después, seguíamos compartiendo cafés, conferencias, borracheras alegres y, últimamente, los preparativos de su boda. Se iba a casar con Lionel en agosto. Siempre la había conocido saliendo con él y, por lo que sabía, nunca se habían separado ni engañado. Él era como un contrapunto oscuro de Rafaela. Moreno, flaco, callado y cínico. Sus sonrisas eran escasas, a menudo las forzaban un trago de más, pero era un amigo fiel y paciente. Al inicio me había caído mal. Por su tono de burla ácida, me incomodaba y hasta le tenía miedo. A medida que pasaron los años, aprendí a conocerlo y a apreciarlo. Ya podíamos conversar horas juntos sin que yo temiera sus comentarios ásperos. Había entendido que no los hacia para dañar, solo era así, directo. Con mi novio, salíamos a menudo con Rafaela y Lionel, era la pareja de amigos con quienes mejor nos llevábamos.
Confesaré que, en realidad, Lionel siempre me atrajo, más bien por la dificultad para relacionarme con él que por un tema de deseo físico. Hasta hace un par de años, cuando tuve un sueño erótico con Rafaela y con él. Un orgasmo espontáneo me había despertado en plena escena morbosa creada por el lado más perverso de mi ...
... mente. Estaba en cuatro, mamando las tetas de mi amiga, arrodillada frente a mí, mientras su novio me cachaba divinamente bien con su verga ancha, haciendo movimientos lentos y profundos. Desde entonces y sin que lo pueda detener, se desarrollaron mis fantasías con él. Cuando demoraba en venirme mientras estaba con mi novio o que me masturbaba habiendo agotado la reserva de videos y fotos que me mandaba mi ex, Matías, y mi selección en línea, pensaba en Lionel. Me excitaba la idea del doble engaño, de la traición amorosa y amistosa para ambos. Sentía que, si compartiéramos un deseo capaz de hacernos franquear los límites la buena moral, el sexo con él sería un descontrol total. Así me vine varias veces, vergonzosamente perdida en mis fantasías, en particular cuando estaba en cuatro con mi novio. En esta posición no me costaba mucho imaginar que era Lionel que me agarraba las nalgas con fuerza y me cachaba, abriéndome el culo concienzudamente con sus dedos antes de metérmela por ahí. Pensando en eso, me agarraba la concha a plena mano y me venía con un grito ronco para la más grande satisfacción de mi novio.
El control de mis fantasías se volvió más complicado este verano, unas semanas antes de la boda. Estaba de vacaciones y los apoyaba para la organización de la fiesta. Me había emocionado y honrado que mi amiga me pidiera ser su testigo de boda, y fuera de los preparativos generales, le reservaba un par de sorpresas lindas que esperaba que le iban a gustar. Pasábamos tardes ...