1. FOLLAMATRIX - Capítulo 4: Canción de hielo y carne.


    Fecha: 04/05/2025, Categorías: Hetero Autor: , Fuente: RelatosEróticos

    ... probado nada igual en tu vida. Estoy seguro que después me lo agradecerás.
    
    —Mmmm… no lo tengo yo tan claro —afirmé, dedicándole una sonrisa—. Lo más apetitoso que veo no está encima de la mesa, precisamente.
    
    —Lo mismo te digo —dijo, mirándome esta vez de arriba abajo, aunque sus ojos se detuvieron de nuevo sobre mi entrepierna—. Pero hay que dejar lo mejor siempre para el final. Así que siéntate y comamos.
    
    Y eso hice. Y, como ella había dicho, se lo agradecí. Y no solo por el delicioso vino y la aún más espectacular comida, que encendieron algunos de mis sentidos de una manera que nunca había conocido; también porque durante la cena tuvimos una más que interesante conversación, en la que conocí a Rhena más de lo que lo había hecho en los casi dos años que llevábamos siendo compañeros de hogar y de sexo virtual. Y eso teniendo en cuenta que ella no quiso adelantarme nada sobre Fucksion y su doble vida como rebelde. El caso es que llegué casi a olvidarme de que después íbamos a follar (sólo casi), aunque ya cuando estábamos acabando los postres ella se encargó de recordármelo.
    
    —A algunos el alcohol hace que no se les levante… y casi nos hemos acabado la botella. Con Follamatrix no sucede, claro, el sistema se encarga de que la tengas tiesa todo el tiempo que lo necesites. Así que, ya que nunca has tenido una cita real antes de un polvo real, espero que no sea tu caso.
    
    Antes de poder contestar, noté que algo rozaba mi polla por encima del pantalón. Enseguida ...
    ... me di cuenta de que era el pie de Rhena, que se había quitado uno de los zapatos de tacón y estirado la pierna para alcanzar mi paquete por debajo de la mesa.
    
    —No lo creo —afirmé, bastante seguro—. La verdad es que me he calentado bastante durante la cena… y no sólo el vino, por supuesto. Escuchar tu voz, contemplar tus preciosos labios mientras bebías vino y echar un vistazo de vez en cuando a tus tetas también ha ayudado bastante. Y lo que estás haciendo ahora… mmm…
    
    Ella restregaba suavemente el pie sobre el bulto de mis pantalones, que tardó escasos segundos en aumentar de tamaño. Pude notar cómo recorría mis testículos y la forma cada vez más recta de mi polla con sus hábiles dedos por debajo de la mesa.
    
    —Ya veo que no tienes problema, no… —aseguró Rhena—. Bufff, me encanta notar cómo te vas empalmando poco a poco contra mis dedos… pero quiero sentirlo mejor. Desabróchate la bragueta.
    
    —Dios, Rhena… tengo tantas ganas de follarte…
    
    Hice el amago de levantarme, pero ella me cortó rápidamente.
    
    —¡Siéntate! Ya sé que tienes ganas, Nex… puede que tantas como yo. Pero te aseguro que vas a tener más… y eso hará que lo que viene luego sea aún mejor… y que lo disfrutes de verdad. Con la piel, con la carne, con la nariz… con todo tu cuerpo, y no sólo con los ojos, como has hecho hasta ahora.
    
    Incapaz de responder, la miré con deseo y procedí a bajarme la bragueta. Ella introdujo rápidamente el pie en el pantalón abierto y siguió acariciándome por encima de los ...
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