Mi vecina famosa
Fecha: 05/05/2025,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: MikeFed, Fuente: CuentoRelatos
... parrilla, lo saque de la heladera y me metí a ducharme. Me estaba secando cuando Karina golpeo la puerta. Me até la toalla a la cintura y fui a ver que pasaba.
—Huy, vine en mal momento.
—Tranquila, ya me estaba secando.
—Pues la torpe, no puede prender el calefón, y como no me diste tu celular, tuve que venir a golpear la puerta.
—Dame cinco que voy.
Me puse un short, unas zapatillas y fui a la casa.
—Karina, no tenés gas en el tubo, ese es el problema.
—Hijo de puta al que me alquiló. Y ya es de noche. Lo voy a llamar para putearlo.
—Ok, si querés veni a casa a ducharte.
—¿En serio? Gracias.
A los 10 minutos estaba en casa duchándose. Cuando salió estaba con un vestido mini, de los que se usan entrecasa.
—Gracias Germán. Sos un ángel. Perdona que te haya jorobado. El tipo me dijo que mañana traen un tubo nuevo.
—Escuchame, yo estoy haciendo un pechito a la parrilla. Quédate a cenar, no tenés como cocinar.
—No, es abusar, deja, veo como me rebusco.
—Te voy a cobrar lo mismo, tranquila. Y de paso preparas la ensalada.
—Bueno, pero espera que llevo la malla y la toalla. Ahora vengo.
—Dale, pero no golpees. Entra directo.
Volvió con dos botellas de vino. Abrimos la primera mientras se hacía la cena.
Estábamos charlando de pavadas, cuando sin pensarlo le dije:
—Sos linda en serio. No recordaba que eras tan linda en la tele.
—Gracias. Me sorprendes con tu comentario.
—Perdona si te molestó, pero te estaba mirando y ...
... como soy medio de decir las cosas sin medir las consecuencias, pues dije lo que pensaba.
—No, nada que perdonar. Tendríamos que poner una sola brasa para que tenga tiempo de decirte la cantidad de cosas que me dicen para conquistarme antes que se cocine la cena, pero ninguna tan genuina. Me sorprendió gratamente.
—Ah, soy así. Me imagino que estarás rodeada de lobos. Porque no es que seas linda solamente, sos macanuda, re sociable. Uno las imagina a Uds. de otra forma. Por lo menos es mi prejuicio.
—No te equivocas. Si fueses uno de los tantos lobos, no estaría así relajada, ni te hubiera pedido ayuda con el gas.
—Para, tampoco soy una ovejita. Que este fuera de estado no significa que no me gusten las mujeres y mucho más las lindas, con las que puedo charlar y tomar una copa de vino después de hacer el amor.
—Primero, ¿Por qué me decís “linda”, y no hermosa y bella?
—Te vas a reír y salir corriendo: me encanta como suena al decirlo, ese acento que uno pone en le “i”, la hace una palabra alegre, hermosa me suena a triste no puedo darle el énfasis que a linda y con bella, parezco una oveja “Beeella”
—Muy loca tu explicación, pero me gusta, y me gusta la forma que lo decís. ¿Me tengo que sentir aludida en ese grupo de mujeres que decís te gustan con las que podes charlar y tomar vino después de hacer el amor”
—Porque no estás en pose, en gata come hombres que no sabe quién fue Platón, porque tenés los dos antebrazos apoyados en la mesa y la espalda recta, ...