-
Mi vecina famosa
Fecha: 05/05/2025, Categorías: Sexo con Maduras Autor: MikeFed, Fuente: CuentoRelatos
... placer? No, podes tocar a quien amas, a quien te da placer. Las dos cosas, son ideas. Seguimos charlando, ella preparó las ensaladas, y cenamos afuera aprovechando que era una noche cálida. Toda la cena charlamos sobre el pensamiento Platónico y la alegoría de la caverna. Levantamos los platos y fue ella, la que tomó dos copas, una botella de vino para ir al dormitorio. Se sacó el vestido, y el corpiño, sirvió dos copas de vino mientras yo me quitaba el short. —Con vos me pasa algo que nunca me pasó y es lo que dijiste hoy, soy Karina. —¿Y te molesta? —Más que molestarme me da miedo… Siempre, aún casada, me cuidaba de mostrarme… Dejó la copa y se puso a besar y chupar mi pija, lentamente, saboreándola, disfrutando como iba ganando en erección. Ella misma se acariciaba su sexo, sus pechos y lentamente fue metiendo un par de dedos en su concha sin parar de chuparme. Así fue que alcanzó el primer orgasmo. Me miró sonriendo y siguió chupando hasta sacarse un segundo. —¿Me querés chupar? —Por supuesto. Y se puso sobre mi boca, bajó un poco y la comencé a chupar, primero el clítoris y luego la propia vagina. Ahora los orgasmos era seguidos, ella apretaba sus pechos y acariciaba mi pija. Yo aproveche y comencé a jugar con mi lengua en su orto, a dilatarlo suavemente. Karina se tiró de cabeza a chupar mi pija y me dijo: —La lengua en mi concha, y méteme dedos en el culo. Quiero sentir como me lo abrís. Cuando le metí el primer dedo, ella se ...
... quejó y quise sacarlo. —No, no lo saques, metelo hasta el fondo. Eso quiero. Se lo metí hasta el fondo y se empezó a mover como loca. Me ordenó que le meta otro, y con esfuerzo entro. Se movió un poco y se levantó. Se sentó sobre mi pija y me comenzó a cabalgar. Ella mojó dos dedos con su boca y los metió en el culo mientras con la otra mano se apretaba los pechos. —Así quise gozar siempre, entregarme por completo a un hombre, hacerlo gozar con todo, así Germán, así es Karina. —Entonces goza con todo. Dije y le di un chirlo en el culo. Ella se puso loca. Subía y al bajar lo hacía con toda la fuerza. No hizo falta que pidiera otro chirlo y eran orgasmos tras orgasmos. Cuando sentí que estaba por acabar, la hice acostar, y poniéndome sobre su pecho, acabé en su cara y sus pechos. Ella me pidió chuparla y se la acerque y la limpió por completo. Me tiré a su lado, tomamos nuestras copas y brindamos. —Desgraciado, quería que me rompas el culo. —Vamos a hacer una cosa: vos quédate con las manos en la cabeza, por nada las podes mover. Cuando yo te diga, vos sola te la vas a meter. Pero si moves las manos, todo se termina. —Bueno. Puso las manos atrás de la cabeza y me dediqué a chuparle los tremendos pechos, mientras jugaba con su clítoris. Ella gemía sin parar. Sin dejar sus pechos, metí tres dedos en su concha, los sacaba y los volvía a meter con todo, jugando al pasar con el punto G. Karina gritaba de placer, vi que movía las manos pero era para ...