-
Nunca me gustó estudiar
Fecha: 06/05/2025, Categorías: Incesto Autor: Ivanvorpatril, Fuente: CuentoRelatos
... escote. Entre ellos y una pareja de gays que habían estado muy acaramelados en otra mesa durante media tarde a mi me tenían quemando y echando chispas por el potorro, disculpen la burrada. Entre bromas y chascarrillos se pasó el último rato y cuando llegó mi tío a cerrar me propusieron ir a tomar algo con ellos. Iríamos a un pub cercano que cerraba bastante más tarde que nosotros. A mi familiar lo dejamos mirándonos el culo a ambas, o incluso puede que a los tres, según salíamos por la puerta. Aunque no fui demasiado mala y me despedí con par de cariñosos besos pegando mis tetas a sus fornidos pectorales. A esas horas solo quedaba abierto en el barrio el más oscuro pub en el que ponían música suave para animar la conversación y otras cosas que se podían hacer en los cómodos sofás del fondo del local. Yo seguía pensando en mi tío. Algo me molestaba, y no era solo el haberle haberle dejado solo cerrando el bar. Tampoco me apetecía estar de sujetavelas el resto de la noche. Le pregunté a mi amiga: - ¿Te importa si llamo a mi tío y le invito a venir? - Claro que no. Sabes que no me importa volver a echarle un vistazo. Está muy bueno. Y con esa camiseta tan ajustada que llevaba hoy aún más. - Mira que eres zorra. Así que te vas a calentar con mi tío para follarte a tu novio. Siempre nos cruzábamos esas bromas y nos reímos, aunque sabía que tenía razón y ella tampoco me lo iba a negar. Así que cogí el móvil y lo llamé. - Hola tío. ¿Por dónde ...
... andas? - Todavía cerrando. ¿Por? - Estamos en el pub. Pásate y tomamos algo todos. - En un rato estoy allí. - Te esperamos. Estaba nerviosa. Me apetecía estar con mi tío fuera de nuestro bar, en un ambiente más relajado. Aunque fuera en compañía. Y esos dos salidos hasta podrían ayudar. Y ver lo qué podía pasar. Ellos no habían dejado de sobarse y yo seguía caliente como un horno cuando lo vi aparecer por la puerta. La camiseta parecía todavía más pegada a sus pectorales y bíceps. Con razón movía barriles de cerveza con una sola mano. Le saludé a que viniera a nuestra mesa pero pasó antes por la barra a pedir su copa y se quedó charlando un rato con la camarera de allí. Una chica bastante guapa por cierto. Admito que eso me dio celos. Esa noche lo quería solo para mí. Aunque tuviera que sentarme en sus muslos como cuando era pequeña. Por fin vino a reunirse con nosotros. Le dio dos besos a mi amiga y un firme apretón de manos a su novio. A mí en cambio me sujetó de la cintura con una de sus grandes manos. Y me pegó a su cuerpo. Evidentemente yo colaboré haciéndole notar mis firmes tetas en su poderoso torso. En ese momento me pareció que su mano bajaba de mi espalda a donde esta pierde su casto nombre. Pero puede que solo fueran ilusiones mías tan concentrada estaba en sus preciosos ojos, su bonita sonrisa y el roce de sus labios en la mejilla, tan cerca de mi boca. Desde luego que no hice ningún esfuerzo por separarme. Sino que me pegué más a él. ...