Algo anormalmente normal
Fecha: 06/05/2025,
Categorías:
Incesto
Autor: Fernan, Fuente: CuentoRelatos
Capítulo 1. El hombre de la casa.
Desde pequeño, yo siempre tuve la facilidad para caerles bien a las mujeres y no me voy al hecho de que me crea un galán o un conquistador, llamémosle suerte.
Tuve buenas relaciones con mis tías y tíos, con primas y primos, en fin, digamos que era esa pieza en la familia que todos extrañaban cuando faltaba pero que tampoco era el alma de la fiesta.
En mis años, tuve muchas experiencias de diferentes tipos, está vez, contaré el caso con mi madre, y es que no solo es por el éxtasis del incesto, sino que va mas allá de un simple deseo carnal, a lo que me refiero, es que todo lo que pasó viene de un amor sincero y puro como solo una madre puede darlo.
Soy un hombre que me considero normal, 1.80 de estatura, tez blanca, pelo castaño y ojos iguales, físicamente soy robusto, no de exceso de peso, pero si en forma, en cuanto a lo otro, también me considero normal, 17 cm en forma normal y muy excitado hasta los 19 cm, y un grosor favorable.
Mi madre y el platillo principal de este relato es una mujer que a mí parecer es sumamente hermosa.
Ella es de tez blanca igual que yo, pero su piel es delicada, por eso, cualquier golpe ligero se marca en su tersa piel, tiene facciones finas en su rostro que acompañan una cabellera negra hasta la cintura, y unos ojos aceituna que realzan toda su belleza.
Cuenta con 1.61 de altura, es un poco delgada, tiene unos pechos del tamaño justo y bastante firmes que para ese entonces tendría unos 46 ...
... años y la edad no le pasaba factura, fácilmente podría pasar por los veintes; ahora sí el deleite de mucho era su culo, algo que encajaba bien, pero sin duda era grande, redondo y firme, cómo les dije es sumamente hermosa.
Cuando esto ocurrió, ella como dije tenía 46 años, y yo por ese entonces tendría 20 años, y ya llevaba mis experiencias con las chicas, una que otra chica y novia, pero eso sí, experimentos por doquier.
Mi madre, solía vestir muy ligera en casa y no me resultaba extraño ya que desde pequeño como dije, tuve suerte con las mujeres, con mi mamá me tenía tanta confianza que incluso me metía a la ducha detrás de ella aún a mi edad, pero jamás rondó por mi alguna idea morbosa.
Todo esto cambia un día cerca del verano, la verdad que la relación entre mis padres era monótona y aburrida, cómo muchos matrimonios, muy de vez en cuando escuchaba que tenían sexo, pero más que nada a papá y bueno mamá no hacía mucho ruido.
Yo había concluido la universidad y estaba listo para las vacaciones de verano, sin embargo mi padre tenía aún muchos compromisos del trabajo y debía salir de la ciudad de viaje; mi esperanza era mi madre pero tenía más problemas que mi padre, ella era maestra de posgrado y debía aplicar algunos exámenes y supervisar unos proyectos, por ende estaba hasta el tope de estrés.
La noche que mi padre se iría, ella se quedó hasta altas horas de la noche trabajando en su compu, y 2 horas antes de la partida de mi padre, oí como mi madre entro a su ...