El diario
Fecha: 11/05/2025,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Gargola, Fuente: CuentoRelatos
... Supuso que no. Cogió uno y comprobó que estaba húmedo y de un tono amarillento, lo olió y adivinó su origen. Se sonrió considerando que era algo normal.
Sobre la mesa había una repisa con videojuegos y libros. Era lo único de la habitación que aparentaba un poco más de orden. Empujó un bloc de notas poniéndolo a la altura de los otros libros. Le llamó la atención el señala páginas con sus iniciales escritas en la parte superior, sacó el bloc y lo abrió por el punto de libro. Era consciente de que no tenía ningún derecho a husmear en las cosas de Carlos, pero la curiosidad, y saber que no había nadie en casa, la condujo a hacerlo, aunque quizás era más el hecho de llevar una vida rutinaria, aburrida y carente de estímulos lo que la incitó a meter las narices en asuntos que no le concernían. Al ver que era un diario quiso adentrarse en las intimidades del chaval. Abrió la página por el principio y empezó a leer.
"Hoy estaba arrebatadora. Su cabello recién lavado lucía sedoso y brillante, y aún se apreciaba el olor del champú. Portaba una bata suelta, aun así, resaltaba ese divino culo que tiene y no pude dejar de imaginarme recorriendo sus amplias nalgas con mis manos. Tampoco pude evitar que la polla se me pusiese como el granito contemplando su trasero"
—¿Quién será esa chica? — se preguntó?
“Sin que se diera cuenta me sobé la polla sobre el pantalón, y mientras lo hacía, fantaseaba con la idea de acercarme a ella, pegarme a su espalda y restregarle el pedernal ...
... por el culo. Ella me miraba y me sonreía. Yo le besaba el cuello y ella me lo ofrecía cerrando los ojos. Mis manos se dirigían hacia sus tetas. Se las agarraba, se las acariciaba y notaba sus erectos pezones entre mis dedos”.
—¡Vaya con el niño, y parecía tonto! —exclamó Rocío.
“Le levanté la bata, ella se bajó las bragas y se apoyó encima de la mesa ofreciéndomelo todo. Me bajé la bragueta, liberé mi polla y se le clavé. Su coño estaba tan mojado que la polla resbaló hasta el fondo y un intenso suspiro me espoleó a follarla con vehemencia.
Todo eso me lo imaginaba mientras ella seguía dándome la espalda y yo me tocaba la verga por encima del pantalón. Si se hubiera volteado me habría pillado, y yo me hubiese muerto de vergüenza. Por eso di media vuelta y me fui”.
Rocío pasó unas cuantas páginas que le parecieron irrelevantes hasta que se detuvo en otro párrafo que le resultó más sugestivo.
“Esta mañana me he levantado palote. Estaba muy caliente. Creo que soñé con ella. La tenía tan dura que tuve que masturbarme. Cerré los ojos y mi mente se llenó con su imagen. Aunque no ganaría un concurso de belleza, esa mujer destila morbo por todos sus poros. Sus labios no son carnosos, más bien todo lo contrario, son delgados y poco sensuales, pero los imagino abrazando mi polla y haciéndome una mamada hasta que reviento dentro de su boca y la leche le sale por las orejas de tanta que se me acumula en su honor.
Vislumbro en esos ojos marrones un indicio de pesadumbre y ...