Su primera vez, y la mía...
Fecha: 01/06/2025,
Categorías:
Anal
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
La primera vez que se lo hice a una chavala la recuerdo especialmente porque fue también mi primera vez
Fue una chica de Valencia que conocía por temas de trabajo y a la que invité un puente a conocer mi ciudad; divertida, con gafitas, no muy guapa de cara pero con un cuerpecillo muy apetecible, un toque pijita, delgadita, pocas tetas pero un culete muy bonito.
Nos enrollamos a la primera de cambio; estaba cantado... y pasamos un finde de poco dormir y mucho turismo, salir, fiesta y follar: La chica era muy efusiva y se corría con bastante facilidad, y joder, le encantaba repetir; menos mal que solo estuvo 4 días ;-)
El caso es que la última noche, de copas, me dijo que sabía que yo no era el chico de su vida y que seguramente no volveríamos a repetir, pero que lo había pasado genial y que en la cama se había sentido super-relajada, con ganas de hacer de todo. Me jodió un poco lo de que no volviésemos a repetir pero me hice el impasible. Seguimos hablando y ella insistía en lo relajada que había estado, en la confianza desde el primer momento, en que se había encontrado desinhibida, que si las ganas de hacer de todo, que si cuando una chica está así no le importa probar cosas... y dale con el tema una y otra vez.
Hasta que, entre las copas de más y el cabreo que tenía por dentro, le solté: "Pues a mi me gustaría probar una cosita contigo..."
Ah si, ¿el qué?, me contesto ella;
Me gustaría sodomizarte...
La tía se quedo muda mirándome con sonrisa medio de ...
... vergüenza media pícara; pero desde luego no noté que le cayera mal la propuesta. Al ritmo de la música, con un vaso en una mano y la otra apretando nerviosamente la mía, asentía con su cabeza; no sabía si por la música o respondiendo a mi oferta
Pasaron unos segundos... Yo insistí ¿qué, quieres probar?
Acerco su boca a mi oído y me dijo. Tendrás que convencerme
Nos quedamos unos momentos en la misma posición mirándonos, yo con cara maliciosa y ella intentando disimular el corte que le daba confesar su deseo. Entonces nos dimos un morreo con ganas y yo continué comiéndola el cuello y me fui deslizando hasta ponerme detrás de ella. Se había puesto un vestidito veraniego ajustado y estaba deliciosa: Me quedé casi pegado a su espalda, y sólo rozaba con mis dedos su cintura de arriba abajo mientras le besaba y mordisqueaba la nuca. Ella ya no sonreía ni hablaba, tenia los ojos cerrados y se dejaba hacer. Bajé mi mano derecha hasta su entrepierna y acaricié suavemente con mi dedo índice su conejito: un par de pasadas bastaron para que ella gimiera y recostara su cabeza sobre mi.
No nos veía nadie pero preferí dejar ese aperitivo en sólo un par de caricias. Ella se dió la vuelta me besó y me dijo "convénceme un poco más ..." y se volvió a dar la vuelta, dándome de nuevo la espalda.
Je, je. Los dos estábamos muy excitados. Esta vez me fijé otro objetivo; Volví a bajar mi mano izquierda por su costado hasta llevarla a su culito, descendí algo más por su muslo hasta que ...