Su primera vez, y la mía...
Fecha: 01/06/2025,
Categorías:
Anal
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... mi mano desapareció bajo su vestido. le ataqué desde atrás y con dos dedos extendidos le estuve acariciando el coñito durante unos segundos, mientras la palma de mi mano presionaba su culete. A pesar de sus braguitas podía sentir lo mojada que estaba (como no!) y notaba como tensaba las piernas de gusto mientras se sujetaba apoyando su mano en una mesa alta donde habíamos dejado las copas.
Bueno, vamos a por todas, pensé yo. Con mi mano derecha, que hasta ahora acariciaba su barriguita, agarré su muñeca sobre la mesa con un poco de fuerza: quise que imaginase como iba a ser. Mi mano derecha retrocedió muy despacio hasta que las yemas de dos de mis dedos se colocaron sobre su ano. Entonces comencé una suave presión y un lento movimiento circular...
"Quiero sodomizarte", la susurré al oido mientras apliqué un poco más de presión en ambas manos.
Si, si, sigue por favor, vámonos a casa... sigue más. Joder como estoy... vámonos ya, sigue...
Me reí mientras la solté y salimos zumbando del local: En la puerta había una fila de taxis y saltamos a uno. En 4' estábamos en casa (vivo en el centro) y subimos los cuatro pisos, sin ascensor, a toda pastilla. Mientras yo abría la puerta nuestro sobre aliento nos aceleraba todavía más. Entramos y se echó en mis brazos a besarme.
Sigue como antes, por favor, me estabas poniendo a cien... Y se giró dándome la espalda de nuevo
Mi casa estaba en penumbra; se colaba algo de luz de la calle por el ventanal y la atmósfera era ...
... perfecta para "probar" nuevas cosas
Esta vez la acerqué hasta la pared. levante su manos sobre la cabeza y la hice apoyarlas en la pared. De esa forma sus piernas y su culito quedaba más cerca de mi. le bajé la cremallera del vestido, que era de una pieza y en un santiamén cayó al suelo.
Imaginaos la escena: la chica en sujetador y braguitas apoyada contra la pared, en sandalias, las piernas un poco separadas, el vestido caído sobre sus pies, su pelo largo recogido desordenadamente en un moño. la habitación en penumbra y el silencio sólo roto por su respiración y algún gemidito cuando la tocaba o la rozaba en alguna parte de su piel
Yo estaba aún vestido y sólo me quite la camiseta por el momento. Me acerque a ella y le besé la espalda los hombros y el cuello, mientras, sin quitarle el sujetador, le toqueteé y pellizqué suavemente los pezones. la chavala se calentaba como una cafetera. En algún momento hacía intención de darse la vuelta o pasar a un papel más activo, pero yo la detenía y la volvía a poner en la misma postura. Quería ocuparme yo de todo, y que recordara esa experiencia
Ahora si, le quité el sujetador que acabó también en el suelo, metí mis dedos en su boca para que me los lamiera y una vez humedecidos volví a estimular sus pezones. Ella movía su cuerpo hacia atrás buscando toparse conmigo pero yo quería mantener la distancia, por el momento.
Si no te portas bien y me obedeces, te dejo así.
Vaaaaale... me dijo sonriendo.
Un par de minutos y sus ...