1. Amor a orillas del tiempo


    Fecha: 08/06/2025, Categorías: Sexo con Maduras Autor: zaphyre, Fuente: RelatosEróticos

    ... oscuras. A medida que se sumergían en el mar, sus cuerpos se rozaban de manera inadvertida, creando una electricidad que recorría sus pieles y aumentaba la tensión sexual que había estado creciendo durante todo el día.
    
    Isabel no podía evitar sentir cómo sus pezones se endurecían bajo el traje de baño con cada contacto fugaz con el joven y apuesto David. El roce provocador de sus cuerpos en el agua avivaba su deseo, haciendo que la humedad entre sus piernas aumentara con cada segundo que pasaba.David, luchaba contra las fantasías que lo abrumaban. Sentía la presión de su bulto creciente bajo el agua, deseando perderse en la lujuria que Isabel despertaba en él.
    
    Entre bromas Isabel notó algo duro en su vientre, sabía perfectamente que era aquello. Su mirada se cruzo con la de él, que mostraba una mezcla de excitación y temor por la reacción de ella. Los ojos de David se cerraron, la mano de Isabel había entrado por su bañador y se había hecho con el control de su polla.
    
    Comenzó a masturbarlo con suavidad, no quería que el resto de gente en la playa notara lo que allí estaba ocurriendo. El se encontraba excitado a la vez que abrumado, con sus 18 años su experiencia apenas pasaba más allá de haber perdido la virginidad. El deseo lo llevo a llevar su mano hasta las tetas de Isabel, ella llena de excitación la guio por debajo del bikini. Un suspiro salió de su boca cuando los curiosos dedos se apoderaron de su duro pezón, intensificando la paja que le estaba haciendo al ...
    ... joven que apenas había comenzado a conocer.
    
    David jadeo repetidamente, ella sabía lo que vendría a continuación. La joven polla comenzó a palpitar en su mano, ella la acariciaba lentamente esparciendo aquel dulce néctar medio en el mar.
    
    Desde lejos cualquier mirada ajena solo vería a dos personas bañándose incluso un sobrino con su tía dándose un baño inocente, pero la realidad es que habían quitado el primer candado de la puerta de la lujuria.
    
    Cuando decidieron regresar a la orilla, sus cuerpos estaban ardiendo en un frenesí de pasión. El agua goteaba de sus cuerpos, y la excitación era palpable.
    
    Isabel sonreía a David coquetamente─ ¿Qué te parece si cenamos juntos esta noche?
    
    ─ ¡Claro, acepto encantado! No puedo resistirme a la idea de compartir más tiempo contigo.
    
    El día avanzó con una excitación nerviosa para ambos. Después de su encuentro en la playa, la cena prometía ser más que una simple comida. Mientras se preparaban, ambos sentían una mezcla de emociones encontradas, pero una atracción imparable los guiaba hacia esa velada.
    
    Isabel eligió un vestido que resaltaba su figura con elegancia, dejando al descubierto sus encantos de mujer. Sus cabellos caían sueltos sobre sus hombros, y su mirada reflejaba la confianza que estaba a punto de desatar. Se sentía viva y lista para descubrir lo que la noche tenía preparado para ellos.
    
    A la hora acordada, se encontraron en el restaurante, y las miradas que se dirigieron el uno al otro hablaban más que ...
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