1. Marta y Ariadna. Follar deliciosamente


    Fecha: 08/06/2025, Categorías: Confesiones Autor: quemiedo, Fuente: CuentoRelatos

    ... colorista dentro de un entorno básicamente gris. Era una galería de arte anunciando una exposición, un artista desconocido para mi, el pasquín de la puerta fue un perfecto reclamo. Entre decididamente curioseando con deleite aquellos oleos costumbristas de paisajes castellanos extensos, ocres y largos hasta el infinito. Era bueno el artista.
    
    En un momento me asaltaron por la retaguardia, tapándome los ojos con ambas manos. Me desconcertó el sitio y especialmente el momento, en un segundo el perfume delató al asaltante, es un aroma inconfundible.
    
    -¡Eres Marta, mi musa, la Marta única!
    
    -¿Cómo me has reconocido estúpido?
    
    - Por el olor de tus flujos de real hembra vuelta.
    
    -¡Dios!, qué tonto eres y adorable. ¿Sabes, es la primera vez que coincidimos fuera de la ofi?
    
    -¿Cuál es el premio?, ¿Más tocamientos obscenos de nuestras partes pudendas?
    
    -No hijo no, confórmate con unos besos, es suficiente por ahora. Ya veremos de aquí a un ratito, me vuelves loca.
    
    A continuación y dándome un piquito húmedo en los labios comenzó a charlar sobre la exposición. Los dos coincidimos que la visita era casual. Ella estaba esperando a una amiga que trabajaba cerca, en una tienda de ropas. Agarrándola fuertemente del hombro fuimos paseando por la galería con comentarios de elogios hacia el autor. Llegamos al final invitándola cortésmente a tomar un algo, confirmó con el gesto haciéndome el ademán con la mano de parar.
    
    - Un momento acelerado, he de realizar una llamada de ...
    ... teléfono a mi amiga, prométeme no vas a emborracharme para meterme mano.
    
    - Tienes mi palabra que no, de no ser que lleves la ropa interior conjuntada, eso es invitación - fue mi respuesta.
    
    - No la llevó, pardiez, no he salido con intención de abusar ni de amigo, ni de conocidos ¿Conoces algún sitio para quedar por aquí? -me preguntó.
    
    - Pues no lo sé, salgamos fuera, seguro que hay una cafetería o bar de referencia- aclaré.
    
    Me fijé en un rótulo anunciando el nombre comercial. Tiré para adelante, evitando escuchar la conversación. Ella se quedó en la puerta, fui al interior del local pidiendo las consumiciones, saliendo al exterior. Marta, ya estaba fumando, quizás su único vicio conocido.
    
    Seguimos de cháchara de temas triviales, algunos del trabajo. Nada serio. En ese momento vi por la acera que estaba sin gente, acercarse una hembra despampanante con estampa de mujer fatal, echaba para atrás. Al llegar a nuestra altura parándose, con un gesto de manos que anunciaban algo, así como déjame un momento, atrapó con su boca de forma indecorosa y lasciva los morros de Marta que respondía con un entusiasmo para mi inimaginable hasta ese momento.
    
    Al separarse del inacabable morreo, la tremenda morena se dirigió a mi con una mirada sensual, de una devoradora experimentada, avasalladoramente me plantó un glorioso besazo en la mejilla, apartándose, mirándome y con cierta voz áspera de tabaco y alcohol se presentó.
    
    - Soy Ariadna, tú debes ser Arturo. El único referente ...
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