1. Un reencuentro con amigos termina en sexo y bondage (1 y 2)


    Fecha: 10/06/2025, Categorías: Gays Autor: Necko23, Fuente: CuentoRelatos

    ... cucharita con una mano abrazándome por la cintura, con la otra, desprendió la cinta de mi boca. Gire cayendo al suelo, desde allí desabroche la cremallera y comencé a lamer sus bolas. Cuando el pene estuvo erecto, lo introduje en mi boca, subiendo y bajando con mis labios por toda la extensión de esa pija que me pareció negra y enorme. Comprendí que los gemidos y los besos en la punta eran más efectivos que cualquier otra cosa. Volví a subir al sillón y acerqué mi cola; entonces, Juan me penetró de una. Fue un poco molesto al principio, pero una vez que mi ano se extendió lo suficiente, los sucesivos embates despertaron inusitado placer en mi cuerpo. Comencé a sollozar dulcemente, desesperado Carlos me tapo la boca con su manaza, era claro que Juan podía despertarse y sería mucho que explicar. Finalmente, sentí una sustancia tibia recorrer mi interior, caí al suelo.
    
    Necesito que me laves- pedí, mostrando mis muñecas esposadas.
    
    -Veni, no hagas ruido -susurro mi amante- nos desplazamos sigilosamente, luego comprobaríamos que Juan dormía profundamente. Acerque mi pálida cola a la bañera donde Carlos me enjabono y enjuago. Me senté en el inodoro con la ropa interior en los tobillos y oriné sentado, mi “asistente” cerró la puerta y desapareció. Volví al sofá e intenté dormir en vano. Sin embargo, lejos de sentirme abrumado por el tobogán de sensaciones, por primera vez en mucho tiempo, sentí alguna certeza en aquella ciudad imposible…
    
    Parte 2
    
    Pasaron dos semanas ...
    ... desde mi noche de “iniciación” y si bien nos seguíamos en redes, no había vuelto a tener contacto con Carlos. Sin embargo, aquella jornada cambió mi vida: ahora tenía la certeza de donde radica mi placer y eso era mucho más de lo que obtienen muchas personas a lo largo de su existencia. Sin embargo, mi trabajo parecía dirigirse al extremo contrario de lo deseado, dado que con la llegada del clima fresco, Pedro y Mirta habían extendido la línea de negocio a las prendas de cuero y vender ropa era un verdadero martirio.
    
    Pedro me insistía en hacerme modelar las prendas para subirlas a la página de la tienda, entonces, yo buscaba cualquier excusa para cambiar la conversación. En realidad, me acomplejaba mi cuerpo y por otro lado, no quería darle oportunidad a mi empleador de extender nuestro vínculo. Siempre andaba incomodando, halagando con una carga lasciva en su mirada: caramelo, cariño, bebe; cualquier oportunidad era buena para ponerme una mano en el hombro, tocar mi cintura o la cara.
    
    Hasta el momento Mirta se había mantenido prescindente, pero su socio era como la gota que cincela la roca y era cuestión de tiempo para que cediera. Por tanto, me adelante en las negociaciones, tuvimos una conversación que terminó en una sugerencia, que con ella, siempre era una orden a mediano plazo. Por las fotos, obtendría cinco por ciento de las ventas online y Mirta se encargaría de tomarlas, eso último, fue mi única condición.
    
    Finalmente, el lunes antes de abrir la tienda empecé mi ...