1. Siempre William (capítulo catorce)


    Fecha: 11/06/2025, Categorías: Gays Autor: osazo21, Fuente: CuentoRelatos

    -¡Vaya, culo! ¿Qué me cuentas? Te has perdido… - así me recibió William cuando me lo encontré en el parque como de costumbre.
    
    Nos sentamos un rato resguardados en la penumbra del atardecer de las farolas que nunca tenían focos para alumbrar. Le conté todo lo que había pasado en los días que había estado por la capital, aquella aventura con Gonzalo y la manera que me chuleó, lo de Nacho, lo del ruso.
    
    -¡Cojones, me gustas más cada día!
    
    -Fuiste tú quien me enseñó. - le dije.
    
    - ¡Mami, yo fui el primero que le dio pinga a ese culo! Pero ya tú eras maricón de los buenos.- era una verdad porque si no hubiera tenido esa inclinación, pues no hubiera dado el paso de singar con él. - ¿Sabes lo que quiero?
    
    - Bueno, me imagino…
    
    - Pues sí, mami, sí, lo que quiero es singarte y mamarte el culo y después volverte a singar. - me miró fijamente como esperando mi respuesta. Rio y agregó. - Sé que lo quieres, me lo pides con los ojos.
    
    - He singado mucho en esta semana…, uf, pero mucho.
    
    - ¡Mejor así! Mejor, así tendrás el culo bien abierto… ¿adónde ir, coño? Porque quiero singarte yo sólo.
    
    Terminamos yéndonos a la línea del tren, cruzamos el puente y nos fuimos a un parque oscuro. Se sentó invitándome a sentarme a su lado, abrió las piernas y se sacó la pinga murmurando un “es toda tuya”. Yo me incliné y empecé a mamar, aunque estaba en pareja con Nacho y no me faltaba nada, no podía negar que William era mi hombre, el tipo que me inició y que no olvidaría nunca. ...
    ... William lo sabía y lo explotaba bien. Al rato me pidió que me bajara el pantalón y me sentara en su pinga.
    
    - Ensalívala tú mismo y métetela despacio como tú sabes, mami.
    
    Lo obedecí, me bajé los pantalones, ensalivé bien la cabeza y me senté en su pinga que entró bien, como si hubiera estado dilatado.
    
    - ¡Cojones, maricón, lo que tienes es un chocho abierto!
    
    - ¡Gózalo, bujarrón!
    
    No me singó él, me lo singué yo porque era quien se movía sobre él que seguía sentado. Al rato escuchamos los pasos de alguien. William me dijo que me quedara quieto, que no me moviera. Las sombras se fueron acercando, eran dos tipos, que pasaron en silencio mientras nos miraban, pero se detuvieron a unos cinco metros de donde estábamos nosotros.
    
    - Párate que te voy a singar de pie…, esos dos quieren ver.
    
    Lo obedecí, me puse de pie, William me penetró y empezó a singarme tranquilamente como si nada pasara.
    
    - ¡Cojones se lo está singando! – dijo uno.
    
    - ¡Macho, dos maricones singando! - el otro soltó.
    
    - No, maricón hay uno solo y le estoy dando pinga porque le gusta. - se dirigió William a ellos. - Acérquense si quieren dar pinga.
    
    Uno se acercó rápido, el otro demoró en acercarse pero lo hizo finalmente. Miraba con curiosidad, tocó mis nalgas y mi culo donde entraba y salía la pinga de William.
    
    - ¡Cojones, mira esto, ven pa´ que veas como traga pinga este maricón! - le dijo al otro.
    
    - ¿Quieres darle pinga? - William invitó.
    
    - ¡Ya la tengo dura, macho, a ver, déjame que ...
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