El primer pecado es siempre el mejor
Fecha: 11/06/2025,
Categorías:
Infidelidad
Autor: AnaSur, Fuente: CuentoRelatos
Muchos de mis lectores me han pedido este relato, pero la verdad es que al ser una historia 100% real, no sé si porque me da algo de vergüenza escribirla o porque me pone demasiado, siempre que la empiezo termino dejándola para ponerme manos a la obra en otros menesteres… Pero quería recibir el año nuevo con un relato y que mejor que este para hacerlo.
Primavera de 2019, cuando nadie llevaba mascarillas, todos nos hablábamos a centímetros de la boca sin miedos, viaje de fin de carrera. Cuba, un sueño, 4 años de relación con mi novio y ningún desliz por mínimo que fuera. En la cama funcionábamos bien, estaba satisfecha, no necesitaba encontrar nada fuera de esa estabilidad sexual… Y entonces aterricé en esa isla.
Hasta que llegué a la facultad nunca había sido una chica digamos, popular. Mi grupo de amigas del colegio éramos mas bien las “empollonas”, las que hacíamos todo bien, las buenas. No era exuberante, más bien una chica menuda, cuyas tetas no crecían a la velocidad de otras chicas y cuyo cuerpo era más bien parecido a un “bicho-palo”. Todo eso fue cambiando durante la facultad, donde el deporte convirtió mi cuerpo menudo en fibroso y donde mis tetas minúsculas ya eran más bien vistas como bien proporcionadas… Todo eso unido a la suerte de pertenecer a un grupo de chicas monas, me hacía sentir mejor conmigo misma, mas segura, más confiada, pero hasta el aterrizaje, solo mi novio había aprovechado esto…
En mi mente no estaba nada de lo que iba a pasar allí, ...
... aunque por supuesto que la conversación del tema “cubanos” había salido en algún que otro botellón con mis amigas, imaginando la cantidad de hombres “bien dotados” que habría de haber por allí. El caso es que una vez allí todo fue normal, como un viaje más, excursiones, playas... Hasta que llegó aquella noche. Estábamos invitados a un “local” llamado “La Cecilia” en La Habana para presenciar un concierto de música local, donde después del espectáculo los asistentes se quedaban bailando en la pista de baile. Se rumoreaba que los autóctonos de la zona iban a este tipo de eventos para “cazar” a señoritas europeas con ganas de pasarlo bien, pero eso a nosotras no nos echó para atrás, teníamos muchas ganas de bailar y pasarlo bien y esa noche iba a ser nuestra, así que opté por un vestido negro, bastante ceñido al torso, pero con falda de vuelo para mover las caderas y no dejar indiferente a nadie. Además, hacía mucho calor así que elegí el vestido con la espalda al aire, aprovechando el moreno logrado a base de horas al sol cubano. Como siempre, mi ropa interior era elegida con cuidado y finura y elegí un tanguita lila de encaje para evitar molestas marcas en mi vestido. No éramos el único grupo de universitarios que íbamos al evento, pero la verdad es que nuestra mente no estaba en universitarios como nosotras si no más en aquellos morenos que a buen seguro nos iban a buscar con tantas ganas…
Que equivocada estaba…
En cuanto llegamos nos dimos cuenta de que éramos la atracción ...