1. El primer pecado es siempre el mejor


    Fecha: 11/06/2025, Categorías: Infidelidad Autor: AnaSur, Fuente: CuentoRelatos

    ... palma de la mía con tanta suavidad que una punzada de placer recorre mi espalda…).
    
    - Tía Ana vamos, que empieza lo mejor. (La voz de mis amigas llamándome me hacen recuperar la cordura y me giro para volver con ellas).
    
    En el sitio, había comenzado un festival de baile entre todos los asistentes, guiados por un grupo de música cubano. La verdad es que estaba empezando a ser un auténtico fiestón, con todos los universitarios. Había una cantidad de gente tan grande que al poco tiempo de empezar a bailar una amiga y yo nos perdimos del grupo, acabando entre un grupo de lo que parecían italianos por la forma de hablar, y no estaban nada mal. Mi cuerpo seguía un poco en shock después de la conversación con aquel tipo tan interesante y prohibido a la vez. Empecé a bailar con un tipo, sin dejar de pensar en aquel camarero. Bailábamos uno enfrente del otro con mis manos en sus hombros y las suyas en mi cintura. Mi mente intentaba recordar el acento de su voz, una mezcla de acento andaluz y cubano, mientras aquel italiano empezaba a bajar sus manos sobre mis caderas, pero algo en mi no ponía resistencia, imaginaba que era ese camarero con alma de macarra el que bailaba conmigo. Y así empecé a sentirme como en una nube, me contoneaba para él, dejando que nuestro baile cada vez fuera más subido de tono. La música no dejaba oír a nadie, había tanta gente que mi cuerpo chocaba con unos y otros. Mi mente no estaba realmente allí, seguía en aquella barra. El baile estaba comenzando ...
    ... a salirse de contexto y sentí como aquel chico me agarraba la barbilla para besarme. Reaccioné girándome para evitar acabar comiéndome la boca con cualquier tio sin venir a cuento, pero rápidamente sentí como agarraba con una mano mi cadera y con la otra mi hombro para pegarme a él. Ahí pude notar unas manos grandes. Me acomodé entre su cuerpo y sentí que era realmente alto. Retomamos el baile, pero esta vez sus rodillas conseguían hacer que las mías se flexionaran, quedando mi culo en contacto con su entrepierna. Me gustó, y seguí el baile. Meneé mis caderas a su ritmo, se movía bien, me gustaba como me marcaba el baile. Mi cuerpo se relajó y sus manos se colaron entre mi falda. No quise ni pude oponer resistencia. Es más, abrí mis piernas al tiempo que mis manos agarraban la nuca de aquel chico que ni siquiera sabía como se llamaba. No sé cuánto tiempo nos llevábamos bailando así. Sentía como sus manos pasaban desde mis rodillas al interior de mis muslos, introduciéndose por debajo de mi falda, sin ir a más.
    
    - Ti piace?... (No podía entender que era lo que me estaba diciendo, y me giré para intentar comprender, entonces con un claro acento italiano dijo… “te gusta”, y asentí…)
    
    Tomó mi asentimiento al pie de la letra y empezó a ascender por mis piernas. Notaba sus manos directas a mi entrepierna justo en el momento en el que mi mirada se cruzó de nuevo con él. No podía ser, cerré los ojos y al abrirlos ya no estaba. Solo en mi cabeza. Me aferré más al cuerpo de aquel ...
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