1. El primer pecado es siempre el mejor


    Fecha: 11/06/2025, Categorías: Infidelidad Autor: AnaSur, Fuente: CuentoRelatos

    ... la atracción de la noche. Los chicos autóctonos estaban allí esperándonos como si no hubiera visto una chica en años. En la entrada hacían grupos para mirarnos y “piropearnos” sin ningún tipo de cuidado. Nosotras estábamos allí para disfrutar, y siendo sincera alguno de aquellos cubanos estaba bastante bien. Más de una, encontrándome yo entre ellas, confesó la noche siguiente que no había podido evitar echar una ojeada a un par de entrepiernas notándose que entre aquellos cubanos lo de ser dotado no era cuento chino… pero ese ambiente tan de “presa” no ayudaba en que nos sintiéramos a gusto. Así que nos hicimos a un lado de la barra y allí comenzamos a bailar. Fue en ese momento cuando lo vi. Se notaba que no era de allí, pero que llevaba tanto tiempo por la zona que se podría confundir si no fuera por el color de la piel. Era maduro, pelo algo largo, camisa abierta casi por el ombligo y una seguridad en su mirada del que se sabe que no necesita hacer esfuerzos para conquistar a nadie. Era el camarero y desde que nuestros ojos se cruzaron, su sonrisa lasciva y traviesa no auguraba nada bueno. Mientras, iban llegando más universitarios de distintos países, franceses, italianos, alemanes. Mis amigas no perdían detalle de los nuevos invitados, pero yo no podía dejar de mirar al camarero. Me estaba divirtiendo el juego. Al tiempo que bailaba con mis amigas, nuestras miradas se cruzaban y aprovechaba para agarrarme el vestido y hacerlo volar al aire para dejar a la vista mis ...
    ... muslos, ya en ese punto brillante del sudor y la humedad del ambiente.
    
    - Tía, deja de jugar con ese tío. Es un viejo y no tiene pinta de andarse con tonterías.
    
    Mi amiga Elena me había pillado.
    
    - Anda ya Eleni, no estoy haciendo nada malo, solo bailo. Es más, vamos a ir a pedirle que nos ponga una copa.
    
    - Yo paso tía, que no me da buena espina, míralo, si parece un mendigo. Además, mira los tíos que están entrando ahora, yo quiero uno de esos.
    
    - Haz lo que quieras, ahora vuelvo.
    
    Me dirigí hacia la barra intentando aparentar una seguridad que no tenía. Mirando al frente, pero nerviosa como una colegiala. Notaba la mirada de aquel señor sobre mi cuerpo. Me esperaba, se sabía ya ganador…
    
    - Perdona, ¿Me pones un mojito?
    
    - Pídeselo a mi compañero, estoy ocupado.
    
    Me señaló a su compañero. Otro señor que, aunque tuviera su edad, su barriga y su calvicie le hacían parecer 10 años mayor. Lo miré y una especie de rabia interna me sacudió el cuerpo.
    
    - No, quiero que me lo pongas tú. (Me clava sus ojos, sonríe, yo aún no lo sé, pero me tiene donde quiere)
    
    - Eso no va a pasar.
    
    - Te he dicho que me pongas una copa, por favor. (Justo en el momento en el que mis labios dicen por favor, el camarero me agarra una muñeca y la aprieta contra la barra).
    
    - Mira, nena, será mejor que vayas a jugar con los de tu edad, es lo mejor. No quiero malos entendidos con niñatas como tu… (En ese mismo instante reduce la presión de tu mano y la retira despacio, acariciándome la ...
«1234...9»