Mi harem familiar (6)
Fecha: 14/06/2025,
Categorías:
Grandes Relatos,
Autor: WadeHolden, Fuente: CuentoRelatos
... hacerlo con el cují o la moto. Ella no me respondía. Entonces, ya desesperado por su mutismo, le dije que se levantara y recogiera, que nos íbamos. Como una autómata lo hizo, mientras yo recogía lo mío y el camuflaje de la moto. Le puse la mascarilla, el casco y las antiparras, le di los guantes y prendí la moto. Se subió de parrillera y partimos hacia el apartamento.
Por el camino me devanaba los sesos pensando en el asunto y no le encontraba ni patas ni cabeza. La única explicación sería que se había dejado llevar por su líbido, se había excitado por el nudismo y nuestros juegos en el agua y se decidió a proporcionarme la mamada de mi vida y en terminando, se arrepintió, se sintió sucia. Una vez en casa, en el apartamento, le pedí que se bañara y se vistiera para salir a almorzar, pero no quería nada, solo se mantenía acurrucada en el sofá, con la mirada perdida y totalmente mutis. No me hablaba, no me miraba, creo que ni siquiera me escuchaba. Estaba como en trance.
- Mami, por favor, tenemos que hablar, mírame a la cara, por favor. No te entiendo, lo que hiciste para mí fue la gloria pero, evidentemente, para ti, fue algo horrible. Lamento mucho que te sientas así, pero déjame decirte que nunca había disfrutado tanto de algo cómo eso. Eres la mujer que amo y eso es parte de lo que espero de ti. Estoy loco por ti ¿no te das cuenta? Te amo con locura.
La señora dueña de mis desvelos seguía en trance. La dejé sola por un rato, mientras me daba un buen baño y ...
... me vestía. Insistí en que ella hiciera lo mismo y nada. Se recostó del brazo del sofá y creo que se durmió, porque su respiración se hizo más lenta.
Como a las 7 de la noche, ya oscureciendo, le pedí nuevamente que se bañara y se vistiera para salir a cenar, ya que no habíamos almorzado. Por fin se levantó y se metió al baño, a orinar. Luego escuché la ducha y más tarde, salió con una toalla anudada sobre el pecho que a duras penas tapaba sus nalgas y otra en la cabeza. Enseguida se quitó la de la cabeza y empezó a pasarse un enorme peine por su bella cabellera. Me acerqué a ella por la espalda y noté la gran quemada que se había dado. Yo también me sentía escaldado. Le pedí que se acostara boca abajo en la cama para darle un baño de crema y se nota que lo pensó, pero terminó aceptando. Luego de cubrir toda su anatomía, por la parte de atrás, le pedí que se diera vuelta, pero dudaba. Le dije que no tenía ninguna intención sexual, solo quería hidratar su piel. Entonces y con cara de vergüenza, sin mirarme a los ojos, se colocó boca arriba.
Procedí, evitando todo tinte erótico o sexual, a cubrir todo su cuerpo con la crema hidratante. De pies a cabeza. Se había quemado parejito. Estaba preciosa, parecía un parguito de colorada, bella. Jamás la había visto tan quemada. Le di un casto beso en la frente y le pedí que se pusiera unos pantalones para salir en la moto a cenar. Como no se veía de buen talante, la llevaría a comer una pizza en una pizzería que quedaba algo ...