Mi tía milf
Fecha: 15/06/2025,
Categorías:
Incesto
Autor: Erothic, Fuente: CuentoRelatos
Era sábado por la tarde, y yo me pasaba la adolescencia a mis veintidós años, mirando videos en mi celular mientras platicaba con mis amigos en el chat simultáneamente, mi costumbre a esa hora del día desde hacía un par de semanas, después de que me mudara a la casa de mi tío para trabajar con él en su negocio, teniendo como objetivo el costearme la universidad.
Además de ese empleo, también trabajo como instructor personal en un gimnasio a tiempo alternado con mis compañeros, y evidentemente aquel día no era mi turno.
En ese momento escuché a mi tía haciendo ruido en su recamara, sabía que saldría a alguna parte. Por el sonido, podía deducir que estaría buscando su ropa dentro de su armario, sus contoneos delataban su posición con toda claridad sobre el piso de madera aglomerada.
Entonces aquel sutil danzar de sus pies seguramente descalzos, fue bruscamente cambiado por un sonoro eco de tacones altos que parecían andar desde su habitación, por las escaleras justo a un lado, hasta el sofá de la sala en el que estaba sentado de frente a aquellas escaleras.
A alguna reunión con sus amigas irá. Pensaba, deduciendo lo obvio después de mirarla hacer lo mismo cada sábado a la misma hora. Bastante comprensible, es decir, divorciada, muy guapa y sin hijos, no tenía quien le reprochara nada. Con mi tío, es decir, su hermano, quien también era divorciado, llevaba una buena relación desde que murieran mis abuelos y heredaran la casa, pero se mantenían alejados de la ...
... vida privada uno del otro.
Los días corrían a prisa y yo la pasaba bastante bien, entre mi trabajo en el gimnasio y con mi tío, me entretenía bastante bien. Excepto los días cuando debía descansar de ambos trabajos, esos días eran terriblemente aburridos, pues además eran también los días en que mi tía salía de casa y mi tío salía con su hija quien vivía con otros miembros de la familia, dejándome así, completamente solo.
Una pequeña ayuda
Uno de esos días libres, tumbado en el sofá de la sala, después de haber hablado hasta el cansancio con algunos amigos en el chat, miraba a mi tía bajando las escaleras con su toalla y bata blanca de baño en mano. Aun llevaba sus pantalones de mezclilla y su blusa rosa que vestía en la mañana, solo había remplazado sus zapatillas deportivas por un par de sandalias afelpadas.
Es muy hermosa, tiene un cuerpo increíble, a sus cuarenta y tantos, diría que tiene mejor cuerpo que muchas de las chicas jóvenes que entreno en el gimnasio. Su cabellera morena, larga y lacia, acentúa su delgada cintura sobre su cola bien parada y firme, largas piernas, busto grande y redondo, además de un rostro angelical que le esconde muy bien su edad. Lástima de su actitud, la modestia no es lo suyo, materialista e interesada a más no poder. Seguramente el motivo de su divorcio.
Apenas me daba la espalda para encaminarse al baño, mi mirada se clavó en su trasero cual aún en esos pantalones poco ajustados se meneaban como deliciosos duraznos jugosos, ...