Mi tía milf
Fecha: 15/06/2025,
Categorías:
Incesto
Autor: Erothic, Fuente: CuentoRelatos
... ahí, mirándola, y me dejó hacerlo. Ahora sabía que estaba jugando conmigo.
Cabreado, decepcionado y bien caliente. Regresé a mi recama a jalármela con el recuerdo de su figura bordado en mi mente.
Carne al vapor
Desde aquel día me había dejado como león hambriento, nada me zaceaba, ninguna mujer me atraía, no me podía ni masturbar sin pensar en ella. Era como una maldición. Estaba obsesionado con esa mujer. Hasta aquel día.
Fue en una linda tarde, el cielo estaba despejado, el sol entraba por las ventanas iluminado toda la sala donde miraba mi móvil recostado en el sillón. Ella se preparaba sus maletas para salir de viaje. Sucede que había pedido un par de días de descanso en su trabajo, y los aprovecharía para irse de turista con sus amigas.
Se escuchaba su andar presuroso mientras alistaba sus cosas para salir el día siguiente. De tanto en tanto pasaba por la sala, frente a mí. Ni me volteaba a ver, como si no existiese.
Me ponía como semental en corral al verla pasar con glamures de diva y esas malditas ganas que tenía de montarla. Estaba tan ofuscado que quise bajarme un poco la calentura mirando un poco de porno en mi móvil, solo para distraerme.
En esas estaba cuando pasaba frente a mí; engreída como siempre, como si el mundo fuese para ella. Entonces me sujeté el palo y lo levante firmemente bajo mis bermudas enfilado en su cara. Creí que me ignoraría y pasaría de largo, pero me miró.
Me vio con mi pene erecto en las manos con todo descaro. Me ...
... sobresalté, pero estaba tan caliente que no me importó. Seguí jalándomela como si estuviese solo, pues sabía que mi tío estaría en el taller.
Con la tranca bien parada a punto de estallarme, seguía mirando videos en mi móvil como degenerado. Cuando mi tía pasaba de regreso en dirección al baño, cuál era mi sorpresa que ahora vestía ni más ni menos que la bata trasparente que le había regalado y su toalla en mano. Ahí le miré fijamente esperando que me volteara a ver de nuevo mi enrome miembro tieso.
Lo hizo. Me miró. Sus ojos se cruzaron con los míos por un instante, pero de inmediato se desviaban a mi cintura baja donde estrangulaba mi pene como quien quisiese exprimir un gran pepino. Me encantó. Aquello me había llevado al clímax, poniéndome fogoso como nunca antes.
Ya para ese momento lo único que quería, era hacerme venir frente a ella, así que me saqué el pito de mis pantaloncillos cortos y me seguí masturbando con sumo placer, mirándola entrar al baño y acomodando su toalla sobre el mingitorio sin cerrar la puerta.
No podía creerlo, pero parecía que no cerraría la puerta del baño. Mi corazón bombeaba como bongo gigante en mi pecho, mi garganta se me cerraba y mis músculos se tensaban al ver a mi tía despojarse de su camisón lentamente, dejándolo deslizarse en su esbelto y contorneado cuerpo de diosa frente a mí.
Ahí me miró de nuevo. Y yo no podía reaccionar, estaba paralizado estimulándome con la vista fija en mi tía completamente desnuda frente a mí. La ...