Me follé a mi prima Bertha, en la comunión de su hijo
Fecha: 18/06/2025,
Categorías:
Incesto
Autor: jc2020, Fuente: CuentoRelatos
... de decorar, para el día siguiente. Pase por ahí más de una vez, y ya estaban recogiendo las cosas para dejar eso listo.
Pues ahora, era solo de esperar que caiga la presa, que asome la cabeza, hacia dentro de aquel salón. Todo estaba casi apagado, solo se reflejaba por las grandes lámparas que alumbraban el verde jardín, me situé a un lado del baño de damas para esperar a Bertha. Esperar convencerla de al menos besarnos como siempre lográbamos hacer. Aquella vez fue algo más que eso, apenas la vi que se dirigía, sola hacia el baño, prepare mi estrategia. Saldría yo por el otro lado y la abordaría casi en la puerta del baño de damas. Ya la gente estaba muy ocupada, recordando cosas de hace muchos años atrás, que creo que nadie notaria por un momento nuestra ausencia.
Hábilmente la aborde, la tome casi por sorpresa, no se imaginaba que la estaría esperando a la entrada. Nos miramos y solo optamos por saludarnos, conversar sobre nuestras parejas, y es que ambos estábamos pasando por una crisis matrimonial. Ella se había percatado que dentro del baño, estaba la tía Felicita, una bocazas como pocas. Esta al salir de los servicios, se quedó dándonos algunos consejos sobre la paciencia y perseverancia en el matrimonio. Me despedí de aquellas mujeres, en mi afán de despistar a la tía, así tenía coartada por lo que fuese, Bertha aseguro que entraría al baño, que la mayonesa no le había sentado bien.
Al terminar de despedirnos, note en su carita la angustia de que fuera ...
... cierto, pensaba que sería en serio que me iba de ahí. Cuando vi que la tía Felicita había entrado al salón que nos correspondía, volví rápidamente al baño para encontrar a Bertha. Estaba maquillándose la cara, retocando sus labios, acomodando su vestido, que tantas miradas lascivas había logrado toda la noche. Nuestra primera reacción fue de abrazarnos y besarnos, nuestras lenguas se encontraban luego de un largo tiempo. Nuestras manos recorrían nuestras agitadas figuras, nuestras caricias, hacían olvidar todo el tiempo pasado.
Me la lleve hacia el decorado que estaba al lado, estaba casi desierto, no había nadie en ese recinto, era algo ventajoso. La oscuridad, nuestros cuerpos frotándose por encima de nuestras ropas, mis manos recorriendo su enorme culo. Mi cara metida en sus pechos, intentando desnudar esas tetas que tanto habían crecido, las ganas de besarnos y querer estar a solas eran ya demasiadas. El temor de que alguien pudiera fijarse de nuestras ausencias, no importaban ya para ese momento, estábamos solos y frotándonos mutuamente. Sentíamos las pisadas de las mujeres acercarse al baño, pero debido a que esta parte del reciento estaba oscura nadie asomaría a mirar siquiera.
Le levante el vestido para poder follarla, esta vez nos quitaríamos las ganas de terminar una cuenta pendiente, una cuenta que debíamos saldar desde hace mucho. Encontramos un sofá, que era parte de la decoración, en el cual dejamos caer nuestros cuerpos deseosos de estar uno dentro del otro. ...