El viejo Ernie
Fecha: 21/06/2025,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: Usuario720, Fuente: CuentoRelatos
Era un cálido día aquel, cuando Ernie vio a la joven pareja que se mudó a su nueva casa al final de la calle. El hombre hacía ya 50 años que vivía en el vecindario, y siempre le emocionaba conocer nuevos vecinos.
Al ver como arrancaba el camión de la mudanza decidió que era hora de ir a presentarse.
Roberto se encontraba emocionado de por fin tener una casa para él y su esposa, gracias a su reciente ascenso. Tendría más de su tiempo ocupado, pero él salario lo valía.
Deseaba darle lo mejor de lo mejor a su bella esposa, la había conocido cuando ella apenas tenía 18 y él ya 32, la diferencia de edades y la habladuría de la gente poco importó al lado de lo increíblemente hermosa que era aquella joven.
Se sentía sumamente orgulloso de haber sido quién la desvirgara al tiempo de que empezaran a salir, y tras un par de años contrajeron matrimonio. Para él era un sueño hecho realidad.
Se encontraba desempacando y acomodando cajas cuando escuchó que tocaban la puerta principal, al abrir tuvo que reprimir una reacción de sorpresa.
Frente a él se encontraba un... hombre, bajo, muy bajo, debía de medir menos de 1.30 m era viejo, de complexión robusta, tez morena y cabello rizado largo ya completamente cano, a pesar de que su expresión era alegre, sus facciones toscas lo hacían ver francamente un hombre feo. Fácilmente le calculaba más de 80 años.
-Hola vecino, soy Ernesto Valencia, vivo a unas casas calle arriba, bienvenidos a nuestro maravilloso vecindario. ...
... -se presentó el pequeño hombre.
-Un placer señor Ernesto muchas gracias. -respondió saliendo de su sorpresa-. Mi nombre es Roberto y ella es mi esposa, Mónica.
En ese momento su pareja se encaminaba hacia la entrada para ver con quien hablaba su marido.
-¡Hola buenas tardes vecino! -Saludo la animada mujer, mientras el anciano se había quedado boca abierta.
Roberto notó aquello, pero en honor a la verdad no podía culparlo, su esposa era increíblemente hermosa! Gracias a sus años de porrista, y luego por su afición al ejercicio tenía un cuerpo torneado y con voluptuosas curvas en los lugares correctos, algunas veces le decía en broma que tenía cuerpo de estrella porno. Además, poseía una hermosa melena castaño claro y unos hermosos y grandes ojos azules. En ese momento ella se encontraba utilizando una pequeña playera de tirantes delgados, que mostraba un escote descomunal y dejaba ver su plano vientre, además de unos pequeños shorts de mezclilla que apenas si cubría su retaguardia.
Invitaron a pasar a su nuevo, y pequeño vecino, quien de manera muy animada comenzó a contarles la buena elección que habían hecho al mudarse a ese vecindario. Les comentaba de las frecuentes fiestas que se organizaban a las que acudían todos los vecinos.
Entre la plática Mónica continuaba con su labor de acomodo, observando Roberto como el simpático viejito prácticamente la seguía con la mirada. Eso le divertía, ya que sabía el increíble y erótico cuerpo que tenía su joven ...