El viejo Ernie
Fecha: 21/06/2025,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: Usuario720, Fuente: CuentoRelatos
... fuera del país en un viaje de negocios. -Respondió Roberto airado.
Por el resto de la fiesta el preocupado hombre se mantuvo cerca de Mónica para obligar a Ernie a mantener su distancia. Simplemente ya no se fiaba de ese viejo bastardo.
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Después de la “exitosa” primera fiesta de la pareja. Ernie continuó acudiendo de manera diaria a su casa, la seducción de su ama de casa favorita iba según lo planeado.
Principalmente se dedicaban a trabajar en el jardín, pero poco a poco comenzaron a hacer otro tipo de cosas. Tomaban el té o almorzaban juntos, algunas ocasiones se juntaban a ver la telenovela favorita de ella y por la tarde salían a dar paseos por la plaza del vecindario.
En cada momento que se prestaba, el maduro hombre, constantemente deslizaba sus hábiles manos sobre la grácil y joven anatomía de la casada, de manera casual tocando sus brazos, espalda o piernas.
Él había notado desde el principio, que Moni parecía amar que fuera el foco de atención. Claramente, el imbécil de Robertito no la había follado en meses, ella exudaba deseo. Siempre que estaban juntos ella usaba blusas muy reveladoras prácticamente enseñándole las tetas, y pantalones o shorts a la cadera ajustados.
Por su parte, con el paso de los días ella comenzó a corresponder también aumentando el toqueteo hacía su maduro vecinito, en algunas ocasiones aquellos grandes ojos azules no podían disimular su lujuria, y ya sin disimulo, el satisfecho Ernie, la “atrapaba” mirándole la ...
... entrepierna.
Un miércoles, acababan de terminar de trabajar en el jardín. -Mi cuello me está molestando un poco. -Comentó Mónica tomando su cuello, bien habían pasado toda la mañana agachada trabajando la tierra.
-Pobre de mí florecita, vamos a la sala, podría darte un mensaje relajante. Sugirió solicito el viejo.
-Oww gracias, eso sería una delicia, usted siempre salvándome. -Respondió ella con una sonrojada sonrisa.
Ya en la sala ella se sentó en el suelo, recargada en el sillón, en donde el viejo se sentó al borde para poder acceder a la bella anatomía de la joven, comenzó a dar un masaje a ambas manos alrededor de su cuello. La nena ese día, como todos, portaba un top escotado, por lo que desde su punto de vista el viejo se recreaba observando las impresionantes tetas de su vecina.
-Sabes florecita, estaba pensando, el bueno de Roberto estará fuera de la ciudad para la fiesta de Halloween, y da la casualidad de que no tengo pareja, podríamos juntarnos para el concurso de disfraces. -Mencionó el viejo deslizando sus manos ya hasta los tersos hombros de la bella joven.
-¡Oooh! ¡es una gran idea! -Respondió Moni-. Estaba pensando si en ir vestida de colegiala, o Gatúbela-.
-Serías una maravillosa Gatúbela, tienes una sensualidad felina jeje, además yo podría encontrar un disfraz de El pingüino para complementar la pareja. -Dijo el viejo, no pudiendo reprimir una perversa sonrisa. La nena sin voltear asintió sin rechistar.
-Mmnh ¡Ooh!, Ernie, tus manos ...