Gym una fortuna inesperada
Fecha: 26/06/2025,
Categorías:
Hetero
Autor: hawkehieb, Fuente: CuentoRelatos
Llegaba la tarde, y como todas ellas iba al gimnasio donde iba a hacer ejercicio y debes en cuando la hacía de encargado, era un gimnasio elegante y discreto en la zona centro de la ciudad, frente a un ruidoso hospital. Todo parecía iba a ser un día normal, misma gente, mismos aparatos, misma energía en mi cuerpo, todo parecería igual.
Llegando ahí, me encontré a Carlos el dueño del lugar, preguntándome si me podría hacer cargo ya que el saldría de la ciudad aprovechando el día festivo del día siguiente. A lo que sin pensar le respondí que si, a mi parecía bien ya que esos días solía pagarme con mensualidades o parte de, por lo que para mí estaba bien, sonaba razonable, aparte de que podía hacer mis ejercicios con tranquilidad.
Durante la tarde todo transcurría con tranquilidad, como dije antes creí iba a ser un día normal, hasta ese momento en el que por la puerta apareció una mujer que lleno mis ojos, su brillo contrastaba a la luz que entraba por la puerta al abrirse, sus medidas eras increíbles, sus pechos grandes y en su lugar, sus nalgas grandes y redonditas, era llenita pero todo parecía bien acomodado, poco a poco se fue acercando a mí, nunca la había visto así que hay me ven babeando hasta que se puso frente a mí y me dijo:
-Hola, ¿tú eres el encargado del gimnasio?
-Yo titubeando le dije, si yo soy el encargado de este día, ¿te puedo ayudar en algo??
Ella sonriendo me dijo: si, acabo de decidirme de bajar estos kilitos que tengo de más.
Su sonrisa ...
... hacia mi corazón acelerar, devolviendo la sonrisa respondí:
- claro que sí, para mi te ves bien, pero si por salud hay que darle movimiento al cuerpo.
Ella respondió: me avergüenzas gracias, me podrías dar información de los costos y así.
Yo todo sonrojado le explique los costos, los horarios, y todo lo que ocupaba saber sobre el gimnasio, al ya ser un poco tarde le explique que en menos de 1 hora habríamos de cerrar.
A lo que ella me dijo: A si, claro, de hecho, solo venia el día de hoy a preguntar aunque igual y si me quedo un rato a hacer un poco de cardio y pierna, por cierto mi nombre es Wendy.
- Mucho gusto Wendy, Por supuesto que sí, si gustas puedes empezar con caminadora, igual cualquier cosa que ocupes me dices, le respondí.
En el fondo de mi corazón yo esperaba me preguntara todo, cada oportunidad que tenía me acercaba a cambiar sus ejercicios y preguntar cómo se sentía, ella se estaba esforzando mucho, podía ver su cuerpo sudar, debajo de su muy pegada ropa: ella andaba vestida con unos leggins negros los cuales torneaban sus hermosos glúteos, una camisa rosa deportiva, su piel era blanca, su cabello negro como la noche, sus ojos chiquitos y hermosos, su sonrisa brillaba como la de los comerciales de pasta de dientes, sus piel se ponía rosa al sudar. Todo ella brillaba, literal brillaba.
Ya casi llegada la hora, ya solamente nos encontrábamos ella y yo, la gente ya se había ido, yo revisaba mi reloj, para disponerme a ir a casa a dormir como ...